Leo Maslíah: “Espero que surjan utopías, el capitalismo no da para más”
Edición Impresa | 12 de Junio de 2025 | 04:22

Leo Maslíah vuelve a la Ciudad: esta noche, desde las 20, se presentará en la Sala Piazzolla del Teatro Argentino, en un recital que compartirá con el dúo de folcloristas Madera Mineral y que contará con entrada gratuita, por orden de llegada.
El excepcional músico uruguayo ofrecerá un repertorio pianístico que cruza géneros y estilos como el tango, la cumbia, el jazz, lo modal y lo atonal, una fusión atravesada siempre por su conocido humor e ironía. Antes de su visita, dialogó con EL DIA.
- Es músico, compositor, escritor, humorista, actor, cerrajero, tiene cuarenta discos editados, ha dicho que tiene una gran cantidad de obras inconclusas. Todas estas facetas, ¿son búsquedas? ¿Y búsquedas de qué, en todo caso?
- Bueno, no me identifico con esa lista pero en la parte en que me sienta aludido te diría que no hubo búsquedas sino más bien lo contrario, encuentros.
- ¿Cómo se forma un artista así, multifacético, un músico atravesado por el jazz, la música académica, la literatura, la chanson? ¿Cómo nace el Leo Maslíah artista?
- Creo que es el resultado de cosas con las que me fui encontrando a través de los años, muchas de ellas en la niñez, sumadas con algún tipo de predisposición a incursionar en ellas, quién sabe debido a qué, si algún tipo de descompensación, o qué.
- En muchas de sus canciones encuentro el tema de la comunicación, y la dificultad de comunicarse, la imposibilidad, quizás. Desde “Desperanto” a “Corriente alterna”, me sobran ejemplos. ¿Le interesa el tema de la comunicación, la incomunicación?
- Sí me interesa. La música, la literatura y el teatro (como todas las artes) son comunicación. Pero no tengo formación científica en ese tema.
- ¿Y hay una búsqueda suya por intentar comunicarse a través de la música, aunque quizás sea un acto condenado?
- Eso que decís parece presuponer que hay cosas a comunicar y que la música puede ser uno de los medios a través de los cuales hacerlo. Pero el arte no funciona así para nada. Excepto en el arte aplicado a la publicidad.
- Siguiendo con la cuestión de la incomunicación: leí en alguna entrevista suya que estaba algo cansado del público que va a sus recitales buscando reírse. ¿Allí también se da esa incomunicación? ¿Cómo se enfrenta a ese público que parece estar esperando que suene “Zanguango”?
- Ese público no me interesa. Le huyo.
- ¿Por qué cree que “Zanguango” que tuvo semejante impacto? En la era de Spotify, ¿“Zanguango” le permite cambiar el auto o planificar unas buenas vacaciones?
- No, la canción que me trajo más derechos de autor fue “Estrellas”, por la versión de Attaque 77 (versión con mucha “onda” pero que por desgracia soslayó un importante juego de cambio de función tonal sin cambio de acordes que tiene mi versión).
- ¿Cómo ve un hombre nacido en 1954 este mundo del presente, cómo ve las utopías del siglo XX? ¿Es posible tomarse este mundo con humor? ¿Es crucial?
- No conozco las utopías del siglo XX. La utopía del socialismo del siglo XIX dejó de ser tal para intentar tomar cuerpo en el siglo XX pero de formas viciadas que no prosperaron. Espero que surjan otras que lo logren en este siglo porque el capitalismo no da para más. En el siglo XX se acuñó algo que no llamaría utopía sino más bien profecía o premonición, sobre cómo iba a ser el mundo en el año 2000 y siguientes, y las cosas no fueron para ese lado en absoluto. Pero sí fueron para el lado de lo que imaginó (o advirtió) Orwell en la novela “1984”, de 1949.
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