Lezcano, el pibe se vistió de héroe con un triplazo
Edición Impresa | 13 de Junio de 2025 | 01:49

La imagen del triple de Emiliano Lezcano recorrió a esta altura todo el mundo. A tal punto que Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni, dos glorias de la Generación Dorada, expresaron su admiración por el hecho que revolucionó el básquet de la Liga Nacional.
Ferro y Boca estaban disputando el tercer juego de uno de los cuartos de final, en el gimnasio Héctor Etchart de Caballito. Con el marcador igualado en 73 y solo 1,06 segundos en el reloj, El jugador boquense Facundo Piñero intentó reanudar el juego bajo una presión asfixiante.
El pase largo, impreciso, terminó en manos de Lezcano, quien, sin dudar, giró y lanzó el balón desde casi debajo de su propio aro. El balón voló toda cancha (casi 28 metros) entró limpio en el aro rival justo cuando sonaba la chicharra, desatando la euforia en las tribunas de la parcialidad local.
Emiliano Lezcano es tucumano. Nació el 2 de mayo de 2001, en Tafí Viejo, y soñó, como tantos chicos del interior, con llegar bien lejos en el básquet. Con 24 años (no sólo está cumpliendo ese sueño: lo está haciendo realidad en la elite del deporte argentino, con actuaciones que lo ubican entre las grandes revelaciones de la actual temporada de la Liga Nacional.
Ocupa la posición de base y mide 1,90 metros, Lezcano fue el héroe de la noche más inolvidable para Ferro en mucho tiempo. Al margen de ese antológico lanzamiento, el tucumano volvió a ser figura, ya que cerró la planilla con 23 tantos, 6 rebotes, 2 asistencias y 33 de valoración. Números que respaldan lo que muestra dentro de la cancha: templanza, claridad y una capacidad de decidir en momentos calientes que sorprende.
Su historia, como muchas del básquet argentino, empezó su casa. Es el tercero de cuatro hermanos. “Todos jugaron al básquet, pero mi hermana se dedicó al cestoball”, contaba hace algunos años, cuando jugaba en Ameghino de Villa María (Córdoba). Justamente ahí fue donde comenzó a dar sus primeros pasos en la Liga Nacional, luego de formarse en Talleres de Tafí Viejo.
A los 15 años, Lezcano dejó su ciudad natal para sumarse a Estudiantes, equipo en el que jugó hasta los 17. Fue entonces cuando apareció Ameghino de Villa María, que lo reclutó para sumarlo a su estructura competitiva y terminar de moldear a un jugador que despunta entre los talentos emergentes de la Liga.
Esta temporada, ya con más rodaje y protagonismo, Lezcano se convirtió en una de las piezas importantes de Ferro, siendo determinante para que el equipo pudiera acceder a los cuartos de final luego de superar a Gimnasia de Comodoro en la Reclasificación.
Pero el crecimiento del Tucu fue evidente. No sólo se ganó la confianza del cuerpo técnico, sino que respondió cada vez que el equipo lo necesitó. En la serie contra Boca, asumió un rol protagónico: fue figura en el segundo partido, clave en el tercero con un doble a falta de dos segundos para empatar el juego, y autor del triple histórico que definió el encuentro y viralizó su nombre en todo el país.
En el caso de Manu Ginóbili escribió en su cuenta de X; “Increíble final. No creo haber visto nunca algo similar”; mientras que el Chapu Nocioni comentó en la misma red social: “Pero qué NBA! Pirinchos! Sácale una foto al final de Ferro Boca de la Liga Nacional”.
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