Un dolor que atraviesa el país: de Neuquén a La Plata, ¡justicia por Pablo!
Edición Impresa | 27 de Junio de 2025 | 02:27

A más de 1.200 kilómetros de La Plata, la familia Mieres atraviesa horas de incertidumbre y mucho dolor. Sin embargo, esa distancia desde la ciudad neuquina de Cutral Có, donde ya descansan los restos de Pablo, no apaga el reclamo de justicia, que se mantiene más encendido que nunca.
Como se sabe, el hombre de 37 años, que trabajaba en la Facultad de Ciencias Exactas y en el hospital San Martín, apareció asesinado de la peor manera en su departamento de la calle 115 entre 46 y 47.
En principio, se sospechó de un robo, porque el asesino no solo se llevó su celular y la computadora, sino también un televisor de 82 pulgadas, una guitarra, un órgano y la billetera con la documentación personal.
Sin embargo, en el círculo íntimo de la víctima sienten que la escena fue impostada. Que la violencia que se desprendió del cuerpo y, que pudo ser verificada por los médicos legistas, esconde un mensaje, por ahora encriptado.
Cintia Mieres (33) es quien, en medio de tanta angustia, se hizo fuerte para poner en palabras el estado emocional de la familia.
“Fue a cumplir un sueño -por Pablo-, pero alguien decidió por él y tiró su esfuerzo por la borda. Ahora nos queda un camino largo para que se haga justicia. Será difícil recorrerlo, atravesarlo, aunque estaremos ahí de pie”, expresó la mujer.
“Siempre le pedíamos que se cuidara. Me mandaba mensajes todos los días, estábamos muy pendiente de lo que hacía. Si bien nunca nos metimos en su vida privada, conocíamos a sus amistades y los compañeros de trabajo. Sabemos que muchos ya declararon. Ojalá de sus testimonios aparezca algo que lleve a la Policía y al fiscal a atrapar al asesino”, destacó.
“Él jamás nos mencionó de algún conflicto o problema con una persona puntual. Tampoco de situaciones que nos hiciera sospechar que podía pasar algo así”, contó Cintia.
“Vemos en las noticias todos los casos que hay y, la verdad, no podemos creer que nos haya tocado a nosotros estar en este lugar. Llorando por su muerte”, comentó en tono pausado.
Seguidamente agradeció todas las muestras de cariño recibidas. Y mencionó a la gente de la facultad, del hospital y del coro donde cantaba.
“Nos llenaron el alma. Saber que Pablo era tan querido, es sentir algo lindo en medio de esta pesadilla”, indicó.
“Lo adoptaron como un amigo, como un hermano más y eso no lo olvidaremos nunca”, señaló.
Por último, de la reunión que mantuvieron con el fiscal Gonzalo Petit Bosnic cuando vinieron a la Ciudad a buscar el cuerpo, ponderó el buen trato recibido, más allá de que no saben bien qué tienen del asesinato. “Hay que dejarlos trabajar”, cerró Cintia.
Al margen de que por el momento no trascendieron avances sobre la investigación que busca esclarecer el brutal asesinato de Pedro Pablo Mieres en nuestra cuidad, voceros de tribunales expresaron que se aguardan los resultados de distintos peritajes, que podrían poner luz sobre el autor del ataque.
En ese sentido, las mismas fuentes indicaron que están en marcha las pruebas de laboratorio sobre distintas muestras levantadas en la escena del crimen y hay mucha expectativa depositada en esa labor científica, sobre todo en la búsqueda por reconstruir un perfil genético de quien acabó con la vida de Mieres.
En cuanto a los trapitos que se mencionaron en distintas declaraciones, la hermana de la víctima salió a responder que “les daba de comer”.
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