El peor final para Thiago: murió el pequeño baleado por un policía

Lo confirmó su padre, Víctor Correa, en la puerta del hospital en el que el niño estaba peleando por su vida. El oficial, con su arma reglamentaria, efectuó 11 disparos contra cuatro ladrones. Uno alcanzó al nene

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Thiago Correa, el nene de tan solo 7 años que fue baleado por un policía federal que se enfrentó con cuatro ladrones que lo asaltaron en La Matanza, murió ayer por la noche en el Hospital de Niños de San Justo. Así lo confirmó a la prensa su padre, Víctor Correa, en medio de un clima de angustia y enorme conmoción. El caso, que vuelve a pegar un fuerte cachetazo a la sociedad, lamentablemente no es una excepción. Es, tristemente, otro capítulo de una realidad que se repite en los barrios más castigados por la inseguridad, sea en el Conurbano de la Provincia o en nuestra propia ciudad, donde los más chicos quedan atrapados entre balaceras y enfrentamientos. En estos escenarios, la infancia no tiene resguardo y la violencia ya no distingue edades.

Lo cierto que en esta ocasión la mirada de la Justicia, al menos por estas horas, está puesta en el accionar de la Fuerza. Tal como informó EL DIA en su edición anterior, Thiago fue alcanzado por uno de los once disparos que efectuó el agente que se encontraba vestido de civil y fuera de servicio. Luego de ser abordado por cuatro delincuentes, Facundo Daniel Aguilar, de 21 años, se identificó como personal policial, sacó su pistola reglamentaria y comenzó a disparar. El tiroteo fue mortal.

Thiago Correa estaba a 198,5 metros de la posición desde la que un policía federal disparó para defenderse del ataque de los hampones. Esa distancia recorrió la bala que impactó en la cabeza del niño de 7 años que esperaba en Ciudad Evita un colectivo junto con su padre. Thiago murió tras casi dos días de agonía en La Matanza.

De acuerdo a las imágenes de dos cámaras de seguridad que fueron difundidas ayer, el oficial tomó su pistola reglamentaria y efectuó 11 disparos en apenas 9 segundos contra los ladrones. Uno de esos tiros hirió en la cabeza a Thiago.

Durante el enfrentamiento, uno de los ladrones, Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió tras recibir un disparo en el cuello. Otros dos, identificados como Uriel Alexis Montenovo y Uriel Emanuel Leiva, ambos de 21 años, terminaron heridos: uno con un impacto en la pierna derecha y el otro en el abdomen, en estado grave. El cuarto asaltante se dio a la fuga.

El Policía, detenido

El fiscal Diego Rulli, ordenó la aprehensión del oficial Aguilar por presunto exceso en la legítima defensa, así como la detención de los dos asaltantes heridos.

En la escena del tiroteo, personal de la policía científica encontró un revólver calibre .38 sin numeración ni municiones, una vaina servida, un proyectil deformado y rastros de sangre de Thiago a casi 200 metros del lugar donde cayó herido. En tanto todo sigue bajo investigación mientras La Matanza exige justicia por Thiago, un niño cuya vida fue interrumpida de forma trágica e injusta.

El dolor del padre

“Estaba hablando con él lo más bien, de la vida. De cómo vamos a seguir adelante nosotros, como padre e hijo. Lo tenía a ‘cocochito’ porque él me lo pidió. Me dijo ‘pa, hace mucho que no me llevás’. Cuando pasó eso me dijo ‘pa’ nomás. Y ahí empecé a gritar”. Así, Víctor Correa relató a los medios de comunicación el momento en que su hijo recibió el impacto de la bala 9 mm. “Queremos justicia, que pague quien tenga que pagar”, concluyó el padre entre lágrimas.

 

 

Thiago

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