Golpeados y atados sin piedad: brutal asalto a un matrimonio de jubilados en La Plata

A plena luz del día y sin forzar ninguna entrada, ladrones sorprendieron a la pareja dentro de su casa. Luego de ingresar, redujeron a la mujer a golpes y maniataron a ambos con los cordones de sus propias zapatillas

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Un estremecedor hecho de inseguridad sacudió un sector de City Bell, donde un matrimonio de jubilados, ambos de 74 años, vivió momentos de terror absoluto al ser asaltado violentamente en su propia casa.

La escena se desplegó en una finca ubicada sobre la calle 31 entre 467 y 471, cuando los delincuentes irrumpieron sin previo aviso, en plena tarde, y transformaron el hogar en una pesadilla. En cuestión de segundos, la calma se convirtió en caos: los gritos, los golpes y el miedo tomaron por completo el control de la situación.

Todo comenzó cuando el hombre se encontraba en el garaje, realizando tareas cotidianas en el patio delantero, mientras su esposa permanecía en el comedor. En ese preciso instante, dos sujetos jóvenes irrumpieron por el frente de la vivienda. Vestían ropa deportiva y no llevaban ningún tipo de cobertura en el rostro.

Sin reparos ni titubeos, uno de ellos se dirigió directamente a la mujer y, sin mediar palabra, comenzó a golpearla salvajemente en el rostro, mientras le exigía “toda la plata”. La violencia física fue inmediata y desmedida, una demostración brutal de poder para someter a una víctima indefensa.

Mientras la jubilada era golpeada, su esposo fue sorprendido en la cochera por el segundo ladrón. En un abrir y cerrar de ojos, ambos fueron llevados al dormitorio, donde los ataron de pies y manos con los cordones de unas zapatillas, que encontraron en el lugar.

Encerrados, inmovilizados y en un estado de pánico extremo, escuchaban cómo uno de los delincuentes recorría cada rincón de la casa, revolviendo cajones, muebles y placares en busca de dinero y objetos de valor.

El otro se turnaba para ejercer presión, intimidar y asegurarse de que las víctimas no intentaran escapar. El asalto se extendió durante varias horas.

Tal fue el estado de shock en el que quedaron inmersos los jubilados que ni siquiera pudieron determinar con precisión qué fue lo que se llevaron los delincuentes. La dimensión de la violencia sufrida y el trauma del encierro los dejó completamente desbordados.

La principal hipótesis es que se trató de un robo al voleo, aunque no se descarta que los asaltantes hayan observado previamente los movimientos del dueño de casa, quien se encontraba visible desde la calle.

Cuando por fin los delincuentes se retiraron por la puerta principal y los ruidos cesaron, el hombre logró desatarse con dificultad y salió a pedir auxilio a sus vecinos.

Este nuevo episodio vuelve a dejar al descubierto una dolorosa realidad: los jubilados son cada vez más el blanco predilecto de bandas delictivas, que actúan sin piedad.

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