¿Acertó Lamolina al anular el gol de Zalazar para el equipo tripero?

Fue una gran jugada individual de Maximiliano Zalazar, quien anticipó a su defensor, fue a buscar la pelota por detrás de su posición y marcó con un remate cruzado ante la salida de Gill. El extremo buscó el lateral para el festejo con la boca llena de gol, pero -sin dudar- el asistente Pablo Gualtieri marcó la posición fuera de juego del delantero mens sana.

En ese momento del primer tiempo, la jugada de gol para el equipo de Orfila estuvo fuera de contexto porque el Ciclón era superior. Sin embargo, hubo momentos en los que la pelota no tenía dueño y uno de ellos fue un pelotazo rechazado de cabeza por Jhohan Romaña derivó en un anticipo de cabeza de Facundo Di Biasi.

El balón salió hacia adelante y el central colombiano se la jugó al anticipo, pero pifió y la pelota le quedó a Maximiliano Zalazar, quien punteó la pelota, giró e hizo pasar de largo a Gastón Hernández para luego definir cruzado ante la salida desesperada del golero paraguatyo.

Sin embargo, el festejo de Zalazar sevio interrumpido por la bandera levantada del primer asistente Pablo Gualtieri, quien respetó el protocolo que exige la finalización de la jugada. Aunque difícil de ver en la continuidad del juego, Zalazar venía de la posición adelantada: cuando Di Biasi cabeceó, el extremo albiazul estaba por detrás de los centrales azulgranas.

Toodo Gimnasia protesto y Zalazar no lo podía creer. Argumantaban que, cuando fue al suelo a intentar el segundo rechazo, Romaña tocó el balón. Y es cierto, pero como la acción no es voluntaria del defensor colombiano, la posición de Zalazar se juzga desde la salida de la pelota de la frente de Di Biasi. Así, el asistente acertó en el momento del juego y el VAR rápidamente corroboró la decisión tomada en cancha por Gualtieri y Lamolina (h).

Después, llegaría otra polémica: la mano de Silva Torrejón que todo el Ciclón pidió como penal. Jugada de interpretación, a simple vista por televisión es penal, aunque en la cancha dejó muchas más dudas que certezas. En esa, el Lobo terminó zafando.