Tres Arroyos cerró una campaña histórica de soja con rindes récord pero precios muy bajos
| 24 de Julio de 2025 | 19:15

La campaña de soja 2024/25 en la región de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, está llegando a su fin con rendimientos excepcionales que no se veían desde hace más de siete años. Se cosechó principalmente entre febrero y abril, gracias a condiciones climáticas favorables: lluvias en los momentos clave y temperaturas benévolas en el otoño. Aunque el cultivo mostró resultados sobresalientes tanto en lotes de primera como de segunda, los productores enfrentan un escenario de precios bajos que afecta la rentabilidad general de la campaña.
Los ingenieros agrónomos Pablo Errazu y Matías Fik coincidieron en que fue “una campaña para el cuadro”, destacando rindes de 40 a 42 quintales por hectárea incluso en ambientes restrictivos. “Hace muchos años que veníamos con promedios cada vez peores, pero este año las condiciones se alinearon y toda la soja fue una bomba”, señaló Errazu, asesor técnico de la Regional Aapresid Tres Arroyos. Afirmó que la distribución de las lluvias y la temperatura fueron determinantes, más allá del tipo de ambiente o la fecha de siembra.
Por su parte, Fik remarcó que la soja fue el cultivo que mejor aprovechó las lluvias y temperaturas de febrero y marzo, extendiendo su llenado de grano hasta abril. “En toda la zona de Tres Arroyos y Coronel Dorrego hubo rendimientos que hacía muchísimo tiempo no se veían”, destacó. Incluso lotes de soja de segunda lograron rendimientos por encima del cereal antecesor.
Alex Vejrup, gerente de la Cooperativa Alfa, señaló que si bien en términos generales la cosecha fue muy buena, hubo excepciones: zonas como Claromecó, Puente de Gallego, Puente Naveyra, Lin Calel y Reta no recibieron suficientes lluvias y obtuvieron resultados inferiores. En contraste, zonas como Cascallares mostraron los mejores rindes, con sojas de primera y segunda superando los 3.000 kg/ha, algo inusual según los ingenieros de la Cooperativa de Cascallares, Jorge González y Carlos Mendiberri.
Respecto a la evolución del cultivo, González y Mendiberri explicaron que las sojas de segunda inicialmente sufrieron la falta de agua en enero, pero se recuperaron con las lluvias de fines de febrero, cerrando con resultados mejores de lo esperado. Esta dinámica se repitió en varias áreas, con lotes de segunda que alcanzaron hasta 5.000 kg/ha.
En la zona de El Carretero, sin embargo, los rindes no destacaron respecto al promedio histórico, aunque se mantuvieron en niveles buenos. “Hubo paridad en los resultados, con lotes más flojos entre 1.800 y 2.000 kilos, y otros excelentes con 3.500 a 4.000”, explicó Fik, quien estimó un promedio asesorado de entre 2.700 y 2.800 kilos por hectárea.
Un punto en común entre los técnicos fue el impacto del fin de ciclo. “El peso de mil granos fue muy bueno y eso impacta directamente en el rinde”, señaló Vejrup. A pesar de esto, aclaró que no todas las zonas se beneficiaron por igual: “Hubo productores que apenas sacaron 600 u 800 kilos en soja de segunda”.
La contracara de esta buena campaña de soja es económica. Según Vejrup, muchos productores no logran compensar las pérdidas de la campaña fina, donde algunos lotes de cebada apenas alcanzaron los 2.000 kg/ha. A eso se suma el bajo precio actual de la oleaginosa, lo que limita la ganancia final.
Desde la Cooperativa de Cascallares advirtieron que, en campos arrendados, el rinde de indiferencia para la soja de primera ronda los 2.800 kg/ha. Aunque los rindes superaron ampliamente ese umbral, el contexto de precios bajos impide capitalizar del todo los buenos resultados. En el caso de la soja de segunda, sin embargo, los márgenes han sido mayoritariamente positivos, logrando en muchos casos compensar los bajos rendimientos de los cultivos invernales previos.
Así, la campaña 2024/25 deja un balance mixto: una producción extraordinaria desde lo agronómico, pero con una rentabilidad condicionada por los valores del mercado.
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