El “show” de Trump: independencia y ley aprobada
Edición Impresa | 5 de Julio de 2025 | 01:42

En una escenografía cargada de símbolos patrióticos, con el despliegue aéreo de bombarderos B-2 —los aviones utilizados para atacar Irán— sobre la Casa Blanca y una multitud de legisladores republicanos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eligió el Día de la Independencia para firmar lo que llamó su “Ley grande y hermosa”, un proyecto de presupuesto aprobado en la Cámara de Representantes.
Con un grueso marcador negro en mano, y mientras los flashes inmortalizaban el gesto, el mandatario proclamó: “Entramos en la era dorada de Estados Unidos”.
Detrás del show, se esconde una ley tan ambiciosa como controversial, que refuerza el control del presidente sobre su partido, consolida promesas de campaña y despierta alarma en amplios sectores de la población.
En el Congreso dieron luz verde al texto apenas horas antes de la presentación de ayer, por un ajustado margen de 218 votos a favor contra 214. La aprobación fue el resultado de negociaciones frenéticas lideradas por el presidente de la Cámara, Mike Johnson, que logró torcer los brazos de algunos disidentes republicanos renuentes a acompañar una iniciativa que aumenta el déficit fiscal.
A pesar de esas resistencias internas, Trump logró imponerse con el mismo estilo que lo caracterizó desde su irrupción en la política: exhibiendo fuerza, dividiendo el escenario en leales y enemigos, y celebrando cada victoria como si fuera un acto de justicia divina. “No podría haber mejor regalo de cumpleaños para Estados Unidos que la victoria fenomenal que logramos hace apenas unas horas”, exclamó el mandatario en un mitin en Iowa.
El contenido de la norma
La flamante ley incluye un aumento significativo del gasto militar, la ampliación de recortes impositivos que ya había implementado en su primer mandato y una millonaria inversión para financiar una campaña de deportaciones masivas de migrantes.
Las cifras impactan: 4,5 billones de dólares se destinarán a extender beneficios tributarios que benefician mayoritariamente a los sectores de mayores ingresos, mientras se proyecta que el déficit fiscal crecerá en 3,4 billones de dólares en la próxima década.
En paralelo, se establecen recortes drásticos al programa Medicaid, que garantiza el acceso a la salud de millones de estadounidenses de bajos ingresos. Algunas estimaciones señalan que hasta 17 millones de personas podrían perder su cobertura médica, lo que también podría derivar en el cierre de decenas de hospitales rurales, especialmente en estados con altos niveles de pobreza.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, minimizó estas preocupaciones y aseguró que la nueva legislación hará “explotar el crecimiento” del país. “Nadie va a perder su seguro de salud por esto”, dijo en declaraciones a Fox News.
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