VIDEO. Clima caliente: Boca se salvó de otro papelón
Edición Impresa | 10 de Agosto de 2025 | 02:19

Boca acrecentó su crisis futbolística y además, prolongó su racha adversa sin victorias (llegó a 12 partidos), al empatar ayer 1 a 1 con Racing, en una Bombonera hostil y muy caliente, en un intenso partido que tuvo además a dos equipos jugados permanentemente al ataque y que no supieron resolver las oportunidades que tuvieron en el arco de enfrente.
El marcador se abrió a los 31 minutos del segundo tiempo con el gol del recién ingresado Santiago Solari (reemplazó a Duván Vergara) para la Academia; mientras que Boca lo igualó a los 43 minutos, a través de Milton Giménez, quien había sustituido al uruguayo Edinson Cavani.
Cavani ensayó un tapo a la salida de un córner, y si no fuera por Cambeses, Boca estaría en ventaja / NA
Con la igualdad, que solo sirvió para sumar un punto, Boca estiró la racha adversa sin victorias a las 12 partidos, incluida la Liga Profesional, la Copa Argentina y el Mundial de Clubes.
Tras el pitazo final del árbitro Nicolás Ramírez, los hinchas, volvieron a despedir al equipo con silbidos y reproches por otra actuación que no calcó las aguas y que, en definitiva, terminó por acentuar la crisis futbolística.
Con el gol, Giménez llegó a los 13 gritos con la camiseta Xeneize, el primero en el Clausura
El primer tiempo tuvo intensidad y situaciones claras para ambos lados, donde Boca contó con la más peligrosa con Edinson Cavani, quien intentó de taco tras un córner, pero Facundo Cambeses (reemplazó al lesionado Arias) respondió con una gran atajada.
Racing, en tanto, que presentó una formación mixta, teniendo en cuenta que el martes visita a Peñarol, en el comienzo de los octavos de final de la Copa Libertadores, se aproximó con un remate de Agustín Almendra que Agustín Marchesín desvió al córner.
Racing fue el que manejó mejor la pelota en la mitad de la cancha, a partir del trabajo criterioso de Ignacio Rodríguez y de Tomás Conechny.
Supo controlar los espacios y a los volantes de Boca, que muy pocas veces pudieron hacer pie, y en donde todo el juego dependió de lo que pudiera hacer Leandro Paredes, muy solo y sin compañía en la recuperación.
Justamente, ahí estuvo uno de los puntos flojos del equipo de Miguel Russo, que fueron bien aprovechados por la gente de Racing.
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Además, por los costados (vía Pardo, el debutante, y Mura), estuvo el secreto de la Academia para lastimar a Boca, y por ahí llegaron las mejores opciones, como por ejemplo, el disparo de Duván Vergara que desvió al córner Marchesín, o el zurdazo cruzado de Almendra, que encontró bien parado al arquero de Boca.
El local respondió con alguna contra, pero jamás logró hilvanar una jugada que pudiera llevar peligro sobre el arco defendido por Cambeses. El único que se animó fue el uruguayo Merentiel, en siempre encontró los espacios para llevar peligro, aunque muy pocos veces estuvo acompañado por Cavano y por Velasco.
SALIERON A QUEMAR LAS NAVES
En el desarrollo de la parte complementaria, ninguno de los dos equipos se guardó nada.
Intercambiaron golpe por golpe en medio de las ansiedad, el murmullo y algunos silbidos de los simpatizantes auriazules porque el equipo no podía romper al cero, a pesar de sus intentos.
Merentiel seguía insistiendo por todo el frente del ataque, ahora abastecido por Williams Alarcón, que pasó a desempeñarse en lugar de Velasco.
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Sin embargo, y cuando Boca atacaba a los ponchazos y merecía un gol, todo se complicó cuando Racing logró ponerse en ventaja a los 31 minutos con un rebote en el área, el cual fue capitalizado por Santiago Solari, que definió para el 1-0.
La Bombonera se enmudeció. Todos los hinchas se miraban entre sí, como buscando una respuesta a este mazazo.
A pesar de que Racing sacó la ventaja, Boca se volvió masivamente al ataque. El Changuito Zeballos le hizo bien al equipo, y con algunos desbordes, puso en aprietos a la última línea del rival.
Faltaba 15 minutos y Boca reaccionó a tiempo. Tras varios intentos frustrados encontró la igualdad y algo de alivio sobre los 43 minutos, gracias a un cabezazo de Milton Giménez luego de un centro preciso y milimétrico de Leandro Paredes desde el sector derecho.
Después del gol, Boca quemó las últimas naves. Trató de aprovechar los siete minutos de adicional para intentar ganar.
Y lo pudo lograr si no fuera que el cabezazo de Giménez fue invalidado por posición adelantada. No obstante, el empate sería inamovible. Los hinchas se fueron con bronca y silbando a los jugadores.
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