Un escándalo de coimas incómoda parte del capital simbólico del Gobierno

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Mariano Pérez de Eulate

mpeulate@eldia.com

La revelación de un audio en el que se escucha al ahora ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, hablando de un supuesto sistema de corrupción, basado en el pedido de coimas a prestadores de esa entidad, incomodan notablemente al gobierno libertario e interpelan a uno de sus principales capitales simbólicos: la supuesta tarea de venir a ponerle fin a años de desfalcos contra el Estado, práctica habitual de la llamada “la casta”. Cuya encarnación en el relato mileista vendría a ser el kirchnerismo y sus cuatro gestiones y que tiene como paradigma la prisión de Cristina Fernández por la causa Vialidad.

Los audios, por ahora, tienen calidad de “presuntos”. Deberá la Justicia determinar su autenticidad. Suenan, es verdad, a clandestinos, robados en un contexto de confianza. De ahí a que sean “editados”, como dijeron ayer ciertos propagadores del relato oficial, hay una distancia.

Ya existe una causa abierta a raíz de una presentación de uno de los abogados de Cristina, Gregorio Dalbón, un cruzado en eso de equipar delitos como esgrima defensiva. Una práctica, por cierto, muy afín a los corruptos, que podría resumirse así: “Ellos también roban”.

El fusible que saltó

El Gobierno eyectó al mencionado Spagnuolo, un hombre que supo ser muy amigo del presidente Milei. La Rosada nunca negó la veracidad de los audios. Tampoco los confirmó. Lo notable es que en esas grabaciones el ex funcionario no aparece él mismo como un corrupto sino que se lamenta de que le quisieron imponer un sistema de recaudación cuyas terminales serían Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, y su mano derecha, “Lule” Menem. O sea, la mesa re-chica del poder. Para peor, se escucha al hombre decir que él lo notificó al propio Jefe de Estado de la irregularidad.

Las grabaciones que, es cierto, suenan editadas, fueron reveladas por el sitio Data Clave y por el canal de streaming Carnaval, ambos de perfil crítico a Milei. La voz atribuida a Spagnuolo habla de presuntos retornos solicitados a laboratorios de medicamentos que proveen a la Andis y hace referencia a una droguería intermediaria, “la Suizo”, que históricamente trabaja con el Estado.

El caso -tanto el origen de las presuntas grabaciones como su contenido- será investigado ahora por el fiscal federal Franco Piccardi, luego de que el juez federal Sebastián Casanello, le delegara el expediente.

Antecedentes que suman

El Gobierno intentaba ayer reducir el tema a casi un anécdota indefinida, capciosa incluso. Pero a 20 meses de asumir acaso se le puede poner complicada esa estrategia debido a sucesos anteriores que ya habían mellado un poco aquella supuesta cruzada moralizadora con la que La Libertad Avanza llegó al gobierno. Casos como el escándalo de la criptomoneda $Libra, que involucró directamente a Milei; las misteriosas valijas que llegaron en el avión negro del opaco empresario Scaturicce sin control aduanero; las versiones sobre ciertos “peajes” que habría que pagar para reunirse con el Jefe de Estado; la supuesta venta de candidaturas en la previa de las elecciones de 2023 o algunas irregularidades en sedes de interior del PAMI, integran un lote de temas “malditos” que, en rigor, la Rosada ha sorteado bastante bien hasta ahora en términos de opinión pública. Acaso porque el control de la inflación y el recuerdo de lo malo que había antes priman en el imaginario colectivo.

¿Pero cuánto más resistirá esa coraza sin que, efectivamente, le entren las balas al Presidente? ¿Cuánto falta para que la gente se diga: “Son todos lo mismo”?

Ante la consulta de este diario, el reconocido politólogo y analista Ignacio Labaqui, profesor en la UCA y la UCEMA, destacó: “Desde ya que los casos de corrupción suelen golpear más a quienes se presentan como transparentes o distintos del resto de la política. Qué tan fuerte va a ser el impacto de este caso es difícil saberlo. A priori un primer impacto bastante obvio es que va a poner al gobierno a la defensiva. Como pasó con $Libra, va a tener que dar explicaciones. En segundo lugar le da material a la oposición. No a toda la oposición porque el kirchnerismo no puede decir mucho, pero otros sectores van a cargar las tintas en este tema”. En efecto, en los sectores opositores se frotan las manos. En especial debido al contexto de campaña electoral que vive todo el país.

¿Efecto interna?

Labaqui introduce un tema que se habla en la política vernácula. Estas difusiones raras de audios raros podrían deberse a la obvia interna que hay en el Gobierno entre el poderoso asesor Santiago Caputo, por un lado, y el tándem Karina-Lule Menem, por el otro; este último es el sector victorioso del último cierre de listas porque lograron marginar a los “virtuales” -Las Fuerzas del Cielo- que se enrolan en el “caputismo” (en este país, todos tienen un “ísmo”).

Dice Labaqui: “Uno podría pensar, dada la seguidilla de escándalos, que en el gobierno se están tirando carpetazos. Si esto va en aumento van a tener un problema bastante serio, porque sabemos donde algo arranca, pero no donde termina”.

Lo dicho: es un dilema la reacción de la opinión pública ante este tema, que reforzaría la idea de que LLA no se diferencia mucho de sus antecesores en estas cuestiones espurias, más allá del sostenimiento del relato oficial de la diferenciación de la casta.

Breve reseña: en 1995 y 2011 la sociedad ya estaba al tanto de los casos de corrupción del menemismo y el kirchnerismo respectivamente. Eso no fue obstáculo para que Menem y Cristina ganaran cómodos sus respectivas reelecciones. Labaqui habla de un “doble estándar” de la sociedad. “Hay momentos en los que hay una reacción fuerte frente a este tipo de escándalos y otros momentos en el que el sentimiento dominante es ‘roba pero hace’”, explica.

Hoy el “hace” sería el logro de controlar ciertas variables macro-económicas, la desaceleración de algunos precios y alguna previsibilidad en las economías domésticas.

¿Le alcanzará al gobierno para transitar con éxito esta turbulencia de la sospecha de turbiedad en el tema discapacidad?. La prioridad, se sabe, es despegar y proteger a los Milei de cualquier escándalo y seguramente se hablará de que fue todo armado por la oposición dura o el desvío moral de algún alma puntual, aislada, dentro del gobierno. El tiempo dará su veredicto.

 

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