¡Alicia Casamiquela cumplió 90 años!: un ejemplo gigante desde La Plata al mundo
| 25 de Agosto de 2025 | 12:43

A pocas cuadras de Plaza Rocha se celebró el cumpleaños número 90 de Alicia Caporali de Casamiquela, una mujer que trascendió generaciones y fronteras, y que dejó una huella imborrable en el deporte argentino. Su historia se une rápidamente con la del vóley en Gimnasia -con quien empezó su vínculo a sus cinco años, por familia salvo por su papá 'Pincha' pese a haber jugado en el Lobo-, y su nombre se transformó en sinónimo de las Lobas, aquel equipo que nació bajo su impulso y que ella llevó a lo más alto. Y eso que su primer sueño fue querer ser bailarina clásica y terminó bailando con la gloria eterna.
La pasión con el entrenamiento comenzó en 1969, cuando asumió al frente del equipo de vóley femenino de Gimnasia -a los 15 se anotó a jugar, armadora, conociendo al deporte en el Normal 1-. Con un paréntesis entre 1975 y 1986, hasta que las jugadoras fueron a buscarla a su casa, su regreso estuvo marcado por la gloria: ganó tres veces la Liga Nacional como entrenadora y encendió una llama que nunca se apagó. El deporte femenino en La Plata, y particularmente el vóley, no puede entenderse sin su nombre. Tanto fue su legado que su hija Paula continuó la obra, guiando al equipo hacia la cuarta corona en 2017.
La familia Caporali – Casamiquela construyó un vínculo con Gimnasia que excede lo deportivo: para miles de triperos, son parte de la identidad misma del club. Con trabajo, pasión y convicción, lograron que un público acostumbrado a mirar solo fútbol abriera el corazón al vóley. Entre vitrinas colmadas de trofeos y noches históricas en el Polideportivo, transformaron al “Lobo” en un gigante nacional.
Docente de formación, Alicia siempre transmitió que en el deporte no hay enemigos, sino rivales. Esa filosofía le permitió ganarse el respeto de todos, incluso del clásico rival, Estudiantes, y de instituciones como Boca. Reconocida por la Federación Internacional de Vóley, por la Sudamericana y por la Metropolitana, su figura es admirada en distintos rincones del mundo. La Ciudad de La Plata también supo honrarla, declarándola Ciudadana Ilustre.
“El concepto que yo tengo del deporte como de la vida es meterle en la cabeza a los jugadores que el que está enfrente no es un enemigo, es un rival. Por eso me llevé bien con la gente de Estudiantes, con Boca, con todos. Porque yo soy respetuosa de los deportes, ¿sabés por qué? Porque fui docente siempre”, expresó alguna vez, sintetizando su forma de vivir la actividad.
La vida también la golpeó fuerte: en 2015 perdió a su compañero de toda la vida, Rodolfo, y en 2023 a su hijo Hernán, de apenas 58 años. Sin embargo, junto a su hija Paula, mantuvo la fortaleza y el espíritu que siempre la caracterizaron, el mismo que la llevó a ganarse el cariño de jugadoras, colegas y de toda la familia del vóley.
Alicia dejó de dirigir en 2012, pero jamás se alejó de las canchas. La última vez que se la vio en el Polideportivo fue en abril pasado, en la histórica final de Liga Argentina Femenina entre Gimnasia y Estudiantes. “Es lindo disfrutar de este gimnasio, de tantos deportes. A mí me gusta venir, porque siempre es un gusto encontrarme con tanta gente”, dijo aquella noche con una sonrisa que resumía toda su historia.
Y aquella vez, entregó la copa de la Liga Nacional a las Lobas, que festejaron su quinta corona. Fue la escena perfecta: Alicia, a sus 90 años, levantando un trofeo que también era suyo, símbolo de una vida dedicada a sembrar grandeza.
En cada rincón del Poli, en las vitrinas del vóley repletas de copas, en el respeto de rivales y en la admiración de las más jóvenes, vive la huella de Alicia Casamiquela. Porque si Gimnasia es vóley, es gracias a ella, su cuerpo técnico y jugadoras que confiaron. Y al celebrar sus 90 años, La Plata entera celebra también una historia de amor, respeto y pasión sin igual.
Fotos: N. Braicovich.
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