Reinician la ronda de indagatorias a causa del fentanilo contaminado
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2025 | 02:27

María Victoria García, ingeniera química, gerenta de Gestión de Calidad del Laboratorio Ramallo, será la primera en iniciar la ronda de indagatorias para los imputados no detenidos en la causa por las casi 100 muertes a causa del fentanilo contaminado.
En la jornada de hoy deberá presentarse en el despacho del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, a las 10 de la mañana.
Su firma profesional está en los batch records y documentación anexa de los lotes contaminados, ya que era la encargada de controlar y avalar el registro de fabricación.
“Su función era minimizar los riesgos de contaminación, lo cual no ocurrió”, se indicó en la documentación oficial.
Luego de García, la ronda de indagatorias seguirá con otros acusados hasta el 3 de septiembre próximo.
Como se sabe, la investigación está a pleno, mucho más después de las 10 detenciones ordenadas la semana pasada, entre ellas la de Ariel García Furfaro, el principal sospechoso.
Las preguntas sobre cómo sucedió la contaminación son el foco principal de las tareas de los pesquisas.
El proceso de fabricación estuvo marcado por fallos en los protocolos y la manipulación negligente de sustancias clave, lo que permitió que productos con bacterias mortales llegaran al mercado sin ser detectados.
Según los fiscales Diego Iglesias y María Laura Roteta, la contaminación ocurrió en la planta de Laboratorios Ramallo S.A., ubicada en Buenos Aires, a través de varios errores en el proceso de producción.
En particular, se destaca el uso inadecuado del Agua para Inyectables (WFI), un componente esencial para la elaboración del fentanilo, que no se sometió a los controles rigurosos requeridos por la normativa. Además, los lotes de fentanilo involucrados, el 31.202 y el 31.244, fueron enviados al mercado sin que se completaran los ensayos de simulación habituales, lo que aumentó el riesgo de que el producto estuviera contaminado.
El caso se agravó por la falta de trazabilidad en los controles de calidad.
En lugar de realizar pruebas específicas para cada lote, los ensayos de esterilidad se hacían en conjunto con hasta ocho lotes diferentes, lo que dificultaba la detección de contaminantes.
Las bacterias halladas en los productos fueron identificadas como Ralstonia mannitolilytica y Klebsiella pneumoniae, dos microorganismos que, al ingresar en el cuerpo humano, pueden provocar infecciones graves y fatales, especialmente en pacientes con enfermedades preexistentes.
La ciudad de La Plata, epicentro de varios de los casos, se vio especialmente afectada por la distribución de estos lotes contaminados.
En el Hospital Italiano de la ciudad, al menos ocho pacientes murieron tras recibir el fentanilo adulterado.
Según los informes del Cuerpo Médico Forense, las bacterias presentes en el fentanilo agravan condiciones preexistentes y contribuyeron a un desenlace fatal.
Los estudios realizados por el Instituto Malbrán confirmaron la presencia de las bacterias mencionadas en las ampollas distribuidas por HLB Pharma, lo que refuerza la gravedad de la contaminación y su impacto en el sistema de salud del país.
De las 96 muertes confirmadas hasta el momento, al menos 15 corresponden a personas de La Plata, un dato que resalta la devastación local provocada por este brote.
El caso no solo pone en evidencia fallos en el control de calidad de los productos farmacéuticos, sino también una red de complicidad dentro de la empresa.
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