Creevy fue “aguatero” y un parapente polémico

El excapitán de Los Pumas fue un entrenador y jugador más. Lo vivió con mucha pasión y lo festejó en la intimidad

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Agustín Creevy fue el hombre de la tarde. Y de la semana. Porque se entrenó con los jugadores de San Luis en la previa del partido (martes y jueves), fue clave en la formación del scrum y en la mañana del sábado firmó planilla como uno de los integrantes del staff.

Pero si bien algunos sospechaban que iba a jugar, no lo hizo. Pero se puso el traje de “aguatero” y además de vivir el partido casi al borde de la cancha ingresó mil veces a la cancha para asistir a los jugadores, quienes les habló y les indicó cosas del juego. Se llevó todas las miradas y el respeto de propios y extraños.

En el minuto final, después de haber vivido como loco el partido, se fue al primer piso de la Casona para no “robarse” las notas y que sean los jugadores quienes festejen merecidamente. Lo que se dice, un verdadero líder.

Otro dato de color fue la presencia de un parapente con motor que sobrevoló el campo de juego durante los primeros cinco minutos de partido arrojando papeles que decían “El único campeón de la Ciudad 95, 98, 07, La Pandilla de Gonnet”.

El aparato estuvo muy cerca de la multitud (más de 4.500 personas presentes), casi que rozó las dos haches y en un momento pasó por arriba de los fuegos artificiales. Lo que quiso ser parte del folklore estuvo cerca de terminar mal y será un tema a charlar en las oficinas de la URBA.

Salvo eso, la fiesta fue total. Mucho colorido del lado de La Plata principalmente en el ingoal de la calle 29 y también el cotillón azul y rojo del otro lado. Más de 4.500 personas disfrutaron pese al barro cercano a las canchas.

 

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