Vecinos del Emporio del Tanque denuncian violencia en torneo de fútbol barrial

Residentes del barrio El Emporio del Tanque en Quilmes Oeste, expresaron su preocupación y denunciaron la existencia de un clima de violencia recurrente en los torneos de fútbol que se realizan en la cancha de Caacupé, ubicada en la calle San Luis y 397.

Los vecinos que ya han realizado múltiples reclamos a la comisaría y al municipio sin obtener respuestas, manifestaron que el espacio, que solía ser un refugio comunitario, genera ahora más conflictos que alegrías, con peleas constantes en la puerta y ruidos hasta altas horas de la noche que alteran la tranquilidad del barrio. Un vecino, que prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que ya no deja salir a sus hijos solos cuando hay partidos, debido a la violencia que se observa.

Los denunciantes también cuestionaron la gestión de la actual conducción del club. Ellos señalaron que no existe transparencia sobre el dinero que ingresa por las entradas a los partidos, no permiten la asociación de nuevos miembros y aparentemente mantienen una deuda con la documentación que exige Personería Jurídica. Adicionalmente, padres de los jóvenes deportistas deben asumir los costos de camisetas, trofeos y pelotas para que los chicos puedan entrenar y competir. Un antiguo colaborador y fundador del club, que expresó su tristeza por la situación, relató que “hace 7 meses nos empezamos a dar cuenta que el club no iba ni para atrás ni para adelante” y lamentó que el lugar “hoy tiene menos chicos y siempre que hay torneos de fútbol termina todo en escándalo”.

Según el relato de los vecinos, los reclamos no han sido escuchados por las autoridades de Relaciones Institucionales de la Municipalidad de Quilmes. Ellos consideran que las autoridades actuaron con indiferencia ante la situación. Romina, madre de un niño que participa en el club desde hace tres años, explicó que el libro de socios “jamás se abrió” en todo ese tiempo. Ella agregó que desde noviembre de 2018 han intentado contar lo que sucedía a Relaciones Institucionales. La funcionaria sostuvo que al principio el caso fue seguido durante siete meses, pero luego la respuesta se detuvo. Los vecinos tuvieron varias reuniones con los responsables de esa área del gobierno local, pero aseguraron que solo les mostraron un estatuto antiguo que les impide ser socios, a pesar de que el lugar solo cuenta con un grupo reducido de allegados a los dirigentes.

Los vecinos de esta barriada humilde aseguran que su objetivo es tener todo en regla, por el bienestar de los chicos. Ellos esperan llegar a las máximas autoridades del municipio para solucionar esta problemática que afecta a la comunidad. Ellos denunciaron que los torneos terminan a menudo en peleas, lo que provoca que los niños que quieren asociarse al club no puedan hacerlo porque prevalece otro tipo de negocio. Los vecinos enfatizaron que los chicos merecen formar parte de un club a cargo de personas responsables. Ellos buscan que el lugar se mantenga en buenas condiciones y en regla, sin que los intereses políticos interfieran con los derechos de los vecinos.