“La teoría del internet muerto”: ¿qué es y cómo Sam Altman admite que está dejando de ser una teoría?

El CEO de OpenAI asegura que se está convirtiendo en realidad. Un reflejo del desencanto de muchos usuarios que sienten que la promesa original de la red de redes como un espacio libre, plural y humano se desvaneció con la concentración del poder digital

En los últimos años comenzó a circular en foros y redes sociales una idea tan inquietante como intrigante: la llamada “teoría del internet muerto”. Según sus defensores, gran parte del contenido que consumimos en línea hoy en día ya no proviene de personas reales, sino de bots, algoritmos y cuentas automatizadas que simulan interacciones humanas. Y ahora se suman voces autorizadas como la de Sam Altman, CEO de OpenAI, quien advierte que está dejando de ser una teoría para darle paso a la realidad.

El concepto surgió alrededor de 2016 en foros como 4chan y Reddit, pero ganó fuerza en 2021 gracias a un artículo publicado en Illuminati Reptoid, donde se planteaba que la mayor parte de internet actual está controlada por inteligencias artificiales, corporaciones y gobiernos.

La hipótesis sostiene que el internet “auténtico”, aquel que en los años 2000 estaba lleno de foros, blogs personales y comunidades independientes, habría muerto o desaparecido. En su lugar, quedaría un espacio dominado por pocas plataformas, como Facebook, X (ex Twitter), YouTube y TikTok, donde el tráfico, las tendencias y hasta las conversaciones estarían influidos por contenido automatizado.

El reconocimiento de Sam Altman

Sam Altman, CEO de OpenAI, admitió recientemente que lo que la teoría del internet muerto planteada ya empieza a verse con claridad en la realidad. Sus palabras en redes sociales fueron contundentes: “Nunca tomé muy en serio la teoría del internet muerto, pero parece que ahora hay muchísimas cuentas manejadas por modelos de lenguaje”.

Con esas declaraciones, Altman sugiere que el problema ya no es solo hipotético, sino que la automatización y la inteligencia artificial están generando contenido en volumen tal que empiezan a cambiar de forma visible cómo es internet: muchas interacciones podrían dejar de tener un origen humano claro, o al menos ser mezcladas con “voces” digitales que imitan lo humano.

El reconocimiento de Altman suma peso a lo que hasta ahora era en gran parte especulación y crítica cultural: la idea de que internet está perdiendo su esencia comunitaria y humana. Si incluso líderes de la industria de la IA admiten que ya hay “muchas cuentas gestionadas por modelos de lenguaje”, se abre un nuevo capítulo en el debate sobre autenticidad digital, transparencia en plataformas, y regulación o normas éticas para distinguir qué es creado por humanos y qué es automatizado.

De ahí que los expertos sostienen que la teoría del internet muerto ya no parece algo reservado para foros conspirativos o discusiones marginales: con figuras como Altman reconociendo que parte de sus hipótesis se están volviendo reales, se convierte en un llamado urgente para reflexionar sobre quién controla el contenido en línea; cómo distinguimos lo auténtico de lo generado artificialmente; y qué papel tienen las plataformas digitales para mantener o desplazar las voces humanas.

Si antes lo que definía nuestra experiencia en la red era la interacción real entre personas, hoy nuestra identidad digital podría estar más mediada por algoritmos de lo que imaginamos.

¿Bots o personas reales?

Vale la pena hacer un exhaustivo recorrido por esta teoría. El argumento central es que una proporción significativa de usuarios en las redes sociales son bots que generan comentarios, publicaciones y debates falsos. De esta manera, no solo influyen en lo que vemos, sino también en cómo pensamos.

Si bien es cierto que estudios académicos y reportes de empresas de ciberseguridad confirman que existe un alto porcentaje de tráfico automatizado (algunos informes lo estiman en más del 40% del total), la comunidad científica no respalda la idea extrema de que casi todo el internet esté “muerto” o manipulado.

Más allá de lo conspirativo, la teoría del internet muerto también funciona como una crítica al modelo actual de internet basada en tres puntos clave:

- La desaparición de páginas y foros independientes frente al dominio de grandes redes.

- El auge de algoritmos que deciden qué contenido vemos.

- El riesgo de una red cada vez menos diversa, donde la interacción humana queda en segundo plano.

¿Realidad o conspiración?

Los especialistas coinciden en que los bots, las cuentas falsas y la automatización son un problema real. Sin embargo, consideran exagerado afirmar que internet “murió”. Lo que sí está en debate es cómo cambió la forma en que los usuarios se relacionan en la red: antes el contenido era más descentralizado y espontáneo, mientras que hoy está filtrado por corporaciones y sistemas de inteligencia artificial.

En definitiva, la “teoría del internet muerto” no es más que un reflejo del desencanto de muchos usuarios que sienten que la promesa original de internet como un espacio libre, plural y humano se desvaneció con la concentración del poder digital.

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