Una innovadora terapia para regenerar huesos avanza en el país
Edición Impresa | 16 de Septiembre de 2025 | 03:26

En quirófanos y laboratorios argentinos viene gestándose una terapia que podría cambiar el tratamiento de fracturas complejas. Un equipo de científicas de la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), en Junín, desarrolla una técnica que combina células madre del cordón umbilical con ácido hialurónico para regenerar tejido óseo. La investigación ya superó pruebas en laboratorio y en animales.
Como informó la Agencia CyTA-Leloir, la innovación surgió tras diez años de trabajo en el Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas (CIBA) de la UNNOBA. Allí, la doctora en Inmunología Laura Alaniz y su equipo comprobaron que las células madre mesenquimales —presentes en tejidos adultos y con capacidad de transformarse en hueso, cartílago o grasa— responden de manera excepcional al ácido hialurónico.
“Observamos que el ácido les envía señales para que se conviertan en óseas. Ahí vimos una potencialidad enorme para regenerar huesos dañados”, contó Alaniz.
Los experimentos iniciales mostraron que, al aplicar esta combinación en modelos animales, no sólo se reparaba el hueso, sino que la estructura resultante era incluso más resistente y flexible que la original.
Para trasladar el hallazgo a los pacientes, Alaniz fundó la start-up MesencHyal-T, que busca transformar la investigación en un producto médico viable. La materia prima elegida son las células madre obtenidas de la sangre del cordón umbilical, un material que suele desecharse tras el parto.
El paso siguiente fue encontrar un socio que garantizara calidad y trazabilidad. “Así llegamos al Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan”, relató Alaniz.
“Nuestro Banco está acreditado por la Asociación para el Avance de la Sangre y las Bioterapias y habilitado por el INCUCAI, lo que asegura que cada muestra cumpla los más altos estándares de seguridad”, explicó la bióloga Roca, responsable del equipo especializado que aporta los controles para una futura aplicación clínica.
La etapa actual implica reproducir en condiciones de producción lo que se probó en el laboratorio, volver a ensayar en animales y garantizar que las células sean aptas para ensayos clínicos. Si se confirman los resultados, en un año y medio comenzaría la prueba en humanos.
Para Roca, el valor del proyecto excede lo científico: “Lo que estamos haciendo es un tratamiento realmente innovador, no hay productos similares en el resto del mundo. Y que se concrete en Argentina, con una universidad y un hospital públicos, demuestra la capacidad que hemos construido en investigación y salud”.
Si los próximos pasos se cumplen, el país podría brindar al mundo la primera terapia de regeneración ósea basada en células del cordón, un avance que promete devolver movilidad y calidad de vida a quienes hoy no encuentran solución en los tratamientos tradicionales.
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