Trump desaconseja a las embarazadas tomar paracetamol
Edición Impresa | 23 de Septiembre de 2025 | 02:33

El presidente estadounidense Donald Trump desaconsejó ayer el uso de paracetamol en mujeres embarazadas porque podría estar “asociado a un riesgo muy elevado de autismo”, una declaración que contradice la experiencia médica. “No lo tomen”, “no se lo den a su bebé“, declaró el republicano durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca dedicada al autismo, uno de los temas que más le preocupan.
Trump se refería al Tylenol, el medicamento con paracetamol más común en Estados Unidos, un compuesto que es vendido sin receta y utilizado desde hace décadas, sin que los estudios hayan mostrado efectos gravemente contraproducentes.
El autismo, sin embargo, ha crecido exponencialmente en Estados Unidos (y en muchos otros países, según estudios médicos comprobados), insistió Trump, flanqueado de su secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., y de otros responsables del Departamento de Salud.
Kennedy es un declarado escéptico de las vacunas.
Trump aludió a una tasa de prevalencia del autismo que ha ido creciendo imparablemente en Estados Unidos: hace décadas, explicó, “uno de cada 20.000 niños” era declarado autista.
Ese porcentaje pasó a “uno de cada 10.000” y siguió bajando hasta “uno cada 31 niños” en la actualidad, aseguró, con unas pancartas para apoyar sus declaraciones.
“Según un rumor -y no sé si es cierto- no tienen paracetamol en Cuba porque no pueden permitírselo. Pues bien, casi no tienen autismo”, afirmó el presidente.
Dolor y fiebre
Presente en analgésicos ampliamente utilizados como Doliprane o Dalfagan, el paracetamol o acetaminofén es recomendado para mujeres embarazadas contra el dolor o la fiebre, ya que otros medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno están contraindicados, especialmente al final del embarazo. Vincularlo al autismo sería “muy irresponsable y potencialmente peligroso”, advirtieron a principios de septiembre decenas de científicos estadounidenses especializados en autismo, después de que el Wall Street Journal mencionara esta posibilidad.
“La ciencia es mucho más matizada e incierta”, insistieron, advirtiendo que tal anuncio sembraría “confusión y miedo”.
Trump dijo que ante la posibilidad de que esté vinculado al autismo, una condición del neurodesarrollo que afecta a las capacidades de comunicación y de relación del ser humano, más valía “evitar en la medida de lo posible” tomar ese medicamento.
Paralelamente a las declaraciones del presidente, el Departamento de Salud de Estados Unidos anunció que daba luz verde al uso de la leucovorina para luchar contra determinados aspectos del autismo, como el retraso lingüístico.
El ácido fólico se da en algunos países a las mujeres embarazadas de forma habitual para el desarrollo saludable de los bebés.
Un amplio estudio realizado en más de 2 millones de niños y publicado en 2024 en la prestigiosa revista médica Jama descartó este riesgo.
Pero recientemente un análisis de estudios anteriores llegó a una conclusión opuesta, aunque sus autores advirtieron que se necesitan más investigaciones para confirmar esta posible implicación.
Una de las dificultades que enfrentan los científicos radica en que es difícil distinguir los efectos del consumo de este medicamento de las razones por las cuales se toma, explica Mandell.
“Sabemos que la fiebre (...) puede aumentar el riesgo de retrasos y trastornos del desarrollo neurológico”, señala.
“Por lo tanto, hay que ser muy cauteloso al intentar determinar cuál de estos dos factores es responsable del aumento del riesgo de autismo”, apunta.
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