VIDEO. Ángel Di María brilló en el Bosque y se llevó una gran ovación

Entre aplausos y destellos, Fideo fue clave en la conducción de Central. A su vez, fue reconocido por los hinchas de Gimnasia

Edición Impresa

Ángel Di María tuvo su partido en el Bosque ante Gimnasia, dejando en claro una vez más, que está más vigente que nunca, demostrándolo con sus destellos e injerencia en casi todos los goles de Rosario Central en la tarde platense de ayer. Por su parte, el Fideo jugó los noventa minutos y realizó un gol y una asistencia.

Pasado el mediodía, las sirenas de policía se hicieron presentes en las inmediaciones de 60 y 118, era la llegada del micro que transportaba a la delegación canalla. La misma ingresó a la zona de estacionamientos minutos después de que el plantel de albiazul haga lo propio. Los primeros en bajar del micro rosarino fueron Véliz y Quintana que se llevaron algunos insultos, pero todo cambió de un instante al otro, cuando se vio bajar al campeón del mundo del colectivo junto a Nacho Malcorra.

Siguiendo esta línea, los socios del Lobo que ya se encontraban en las tribunas que dan a las Facultades, no dudaron en ovacionar y agradecer al Fideo, “Vamos Fideo”, “Angelito crack”, fueron solo algunos de los gritos de una parte de la parcialidad local, en respuesta, el futbolista levantó la mano y miró.

Las ovaciones para Di María continuaron antes del partido, durante y luego. En este sentido, al salir al campo de juego a hacer la entrada en calor, los aplausos al unísono y acompañados de algunos dichos fueron para el rosarino, que se llevó todas las miradas durante esos trabajos pre competencia.

Por su parte, con los futbolistas alistados y saliendo de la manga Lobo, los canticos, aplausos y gritos se mezclaron entre entrada al campo de juego de los jugadores de Gimnasia y la ovación para el “11”.

En cuanto a su rendimiento, Di María fue quien marcó la diferencia, desequilibrando, buscando los espacios y filtrando pelotas con indicios de peligro. De esta forma, fue que llegó el primer grito sagrado de la nublada tarde primaveral para la visita. El Fideo realizó una buena conducción del balón para cederla mejor aún para Copetti y que luego asista a Véliz en el gol.

Además, también tuvo buenos rodeos. Y sobre todo, siempre pidió la pelota, y se enojo cuando los compañeros no se la cedían o malograban la intención, pero sin ánimos de ofensa.

Ya en el epílogo de la primera mitad, se llevó la última ovación de esa etapa, cuando se acercó a ejecutar un tiro de esquina a la popular de 60.

En el complemento, debido a los espacios creados por sus rivales tuvo más libertad de moverse en tres cuartos de cancha. Así fue que tuvo su primera chance de gol, aunque dio en el palo y luego pitaron fuera de juego. A los 30´ se notó que el cansancio le pasó factura, pero no le impidió seguir.

Esa continuidad fue importante para que Central liquide el partido, ya que en el segundo gol centró a la cabeza de Giménez en un tiro de equina. Mientras que tres minutos después, atacó por el sector derecho, se metió dentro del área, dejó algunos jugadores en el camino y definió jerárquicamente para el tercero, gol que no festejó por respeto a la hinchada que lo trató de una manera amable. Solamente levantó la mano en un acto de disculpas.

Una vez finalizado el encuentro, expresó su veneración al loberío: “Quiero agradecer a la gente de Gimnasia por el cariño, es algo impresionante, les deseo lo mejor”.

 

“ Quiero agraderle a la gente de Gimnasia, el cariño es impresionante, les deseo lo mejor”

Ángel Di María, futbolista de Rosario Central

Gimnasia

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE