¿Es posible su recuperación?

La violación es un delito con una alta reincidencia, una cifra que en el mundo ronda el 70%. A partir de este dato, una de las preguntas más recurrentes en torno al tema es si un violador se puede recuperar. Las respuestas de los especialistas no son coincidentes. Mientras algunos creen que los violadores rara vez se recuperan otros afirman que, como sucede con cualquier transgresión, la recuperación va a depender del tratamiento administrado, la edad del sujeto y sus características psíquicas.

La polémica en torno al tema reconoce otro punto de discrepancia y es el que tiene que ver con el tratamiento que reciben los violadores que están en prisión. Unos consideran que el sistema penitenciario no está preparado para dar una respuesta para la recuperación y seguimiento de este tipo de convictos. Otros entienden que se los trata con los métodos disponibles, aunque reconocen que esos métodos pueden ser insuficientes.

¿Son los violadores, como sugiere en su carta a este diario la lectora Patricia Corda, irrecuperables?: Olga Cáceres, médica especialista en psiquiatría y psicología cree que son difíciles de recuperar a partir de tres factores: la inexistencia de tratamientos específicos, la falta de respuestas adecuadas por parte del sistema carcelario y la inexistencia de culpa por su proceder, una característica común a muchos violadores.

"Uno de los problemas es que el sistema carcelario no está preparado para responder, tratar y hacer un seguimiento de los violadores. Esto les resta oportunidades de recuperación. Pero no pasa sólo en la Argentina, sino en todo el mundo, donde no existen tratamientos específicos y donde desde hace poco comenzó a investigarse este tema", apunta Cáceres.

La psiquiatra Adelma Pereyra tiene otra posición. Dice que la posibilidad de recuperación depende de cada caso y disiente con Cáceres en lo que se refiere a las respuestas que dan las cárceles.

"En este caso, como en el de tantas otras transgresiones, no hay tratamientos específicos, pero sí hay tratamientos que se administran en las cárceles. Pueden ser mejorables, pero los violadores se tratan a través de terapias que apuntan al control de los impulsos y la ansiedad mediante medicación y con psicoterapia, una disciplina que en nuestro país es de avanzada", opina Pereyra.

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