EE UU desbarató un plan para atacar objetivos en Argentina

El complot incluía diplomáticos y embajadas, entre ellas, la de Israel y Arabia Saudita en Buenos Aires, según la cadena ABC

Estados Unidos acusó ayer a Irán de estar tras un complot terrorista desmantelado que pretendía atentar contra las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Washington, y también asesinar al embajador saudita, Adel Al Jubeir. El secretario de Justicia, Eric Holder, explicó en rueda de prensa conjunta con el director del FBI, Robert Mueller, que el gobierno iraní habría pagado un millón y medio de dólares a dos hombres para que perpetraran los atentados.

La noticia generó gran revuelo en Argentina porque trascendió que entre sus objetivos tendría a las embajadas de Israel y Arabia Saudita en Buenos Aires. Si bien la información oficial solo dio cuenta de que la red tenía previsto asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, la cadena ABC News agregó sobre la base de fuentes no identificadas que la misma célula buscaba perpetrar un "tercer atentado" con bombas a alguna de esas sedes diplomáticas.

Precisamente, la noticia sobre el presunto atentado en Buenos Aires generó zozobra en el gobierno argentino en momentos en que aceptó reabrir el diálogo con Irán para tratar de avanzar en el esclarecimiento del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994, por el que fueron acusados funcionarios iraníes.

La novedad generó la reacción de las autoridades de la comunidad judía argentina, como el vicepresidente de la AMIA en ejercicio de la presidencia, Angel Barman, quien afirmó que la falta de esclarecimiento del ataque contra la mutual deja abierta la posibilidad de "un tercer atentado" en la Argentina.

Lo cierto es que en la conferencia de prensa ofrecida por cuatro funcionarios estadounidenses, así como en la acusación difundida completamente por el Washington Post y en el reporte oficial publicado por el Departamento de Justicia no se dice una sola palabra sobre las embajadas de la Argentina.

En verdad, Estados Unidos acusó a Irán de intentar asesinar al embajador saudita en Washington, mediante un complot en el cual un agente encubierto estadounidense en México se hizo pasar por narcotraficante para efectuar el atentado. Los dos presuntos conspiradores fueron identificados como Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri, ambos de nacionalidad iraní, aunque el primero había obtenido también la estadounidense y residía en Nueva York, donde fue detenido el pasado 29 de septiembre en el aeropuerto John F. Kennedy. Arbabsiar y Shakuri fueron acusados de conspiración para asesinar a un funcionario extranjero, conspiración para el uso de armas de destrucción masiva y conspiración para cometer un acto de terrorismo internacional, entre otros cargos.

La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) tuvo conocimiento del complot cuando Arbabsiar se puso en contacto en mayo pasado en México con un informante de ese organismo, al que creía miembro de un cártel del narcotráfico, para pedir asistencia para asesinar al embajador saudita Adel Al Jubeir.

Según los documentos presentados ayer ante la Justicia estadounidense, en aquel encuentro se acordó que Arbabsiar, con la aprobación de Shakuri, ingresase 100.000 dólares en una cuenta bancaria en Estados Unidos como pago inicial para el intento de asesinato contra el embajador. El director del FBI, Robert Muller, indicó que el gobierno mexicano participó activamente en el desmantelamiento de la trama y subrayó que este caso ilustra "que vivimos en un mundo donde las fronteras y los límites son cada vez más irrelevantes".

PREOCUPACION

El vicepresidente de la AMIA en ejercicio de la presidencia, Angel Barman, afirmó que está abierta la posibilidad de “un tercer atentado” en Argentina, y afirmó que “el que queda impune, vuelve a delinquir”.

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