Rugió bien fuerte y logró el ascenso

El León rugirá ahora a nivel nacional tras lograr en la noche del sábado el ascenso al Campeonato Argentino de Clubes (ex Liga B) tras superar en el tercer cotejo final a Sportivo Pilar por 91 a 81. El Pincha vive momentos de gloria en su historia basquetbolística y de allí los justificados y largos festejos en la Sede de calle 53. En el Pincha se destacó Javier Bareiro con 28 unidades, mientras que en Pilar lo hizo Mariano Piaggio con 17.

Estudiantes luchó desde el principio y hasta el final en un grupo que fue el más parejo y en el que se clasificó con un récord de 7-3 que bien podría haberlo puesto como puntero en cualquier otra zona. Pero el equipo dirigido por Gustavo Pérez debió seguir peleando con un plantel por momentos diezmado por las lesiones que sufrieron Monaldi, Maldonado y Carriquiri. Sin embargo poco a poco fue acomodándose a las distintas situaciones que se presentaron a lo largo del campeonato y pudo lograr su objetivo.

Luego de caer en Chivilcoy a manos del campeón San Lorenzo, y de perder el primer compromiso por el tercer puesto de visitante con Sportivo Pilar, el Pincha reordenó sus ideas, ajustó los errores y sacó adelante una serie que pudo habérsele complicado.

EL TRIUNFO FINAL

Al igual que a lo largo de toda la serie final, no la tuvo fácil el Pincha en el inicio del partido del sábado ante un rival que modificó su plan de juego, cambió el quinteto inicial del viernes y apostó a una defensa zonal que le dio resultados en el inicio y lo ayudó a ganar 18-17 el primer cuarto.

Pero en el segundo la mano empezó a cambiar cuando Bendel y Bareiro encontraron el carril rápido. Los máximos socios impusieron el ritmo y guiaron al resto de sus compañeros, mientras la visita empezaba a mostrar que no tenía resto físico.

Y lo que comenzó a vislumbrarse en ese sprint final de la primera etapa, quedó bien claro en el complemento. Estudiantes arrancó 9 puntos arriba y en un rato sacó 20 (58-38), con dos triples de Pujol y una ráfaga de Bendel.

La cuarta falta del base puso algo de incertidumbre, pero la visita ya había perdido el rumbo. El último cuarto fue entre un equipo desesperado y otro que administró la ventaja, saboreando el ascenso mucho antes de la chicharra final. Y que explotó en un festejo que incluyó bombos, sombrillas, champagne y que se va a prolongar por mucho tiempo en la sede de calle 53. Estudiantes volvió a rugir en básquet. Un rugido Argentino, un rugido nacional.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE