Piden la preventiva del karateca y el albañil por el cuádruple crimen

El fiscal del crimen de La Plata Alvaro Garganta pidió ayer la prisión preventiva del karateca Osvaldo Emir Martínez y del albañil Javier Edgardo Quiroga, a quienes acusa de ser coautores del cuádruple crimen de La Loma.

En tal sentido, fuentes judiciales revelaron que en el requerimiento fiscal para que los imputados sigan presos, al menos hasta que se concrete el juicio oral y público, Garganta consideró que hay pruebas suficientes para vincularlos al cuádruple femicidio.

El fiscal estimó que hay elementos para dar por acreditado que el día de la masacre, en el departamento de 28 entre 41 y 42, "por lo menos dos individuos de sexo masculino, conocidos de la familia, mediante múltiples heridas de armas blanca, le dan muerte a Barbara Santos; y a Susana de Bartole, Micaela Yamila Galle Santos, con el fin de lograr su impunidad".

El pedido refiere además que, "en dichas circunstancias, ante la llegada imprevista de Marisol Pereyra, el primero (Martínez) la recibe y el segundo (Quiroga) la ultima por idéntico motivo".

Si bien el pedido fue presentado ayer al juez Federico Atencio, trascendió que deberá ser resuelto por el magistrado que lo reemplace, debido a que el viernes había solicitado una licencia. Se trata de días que corresponderían a sus vacaciones de verano y que en su momento no habría tomado porque estaba de turno, aseguraron fuentes de Tribunales.

LOS FUNDAMENTOS

De acuerdo al escrito, para el fiscal Garganta hay distintos elementos que permiten acreditar la responsabilidad de Quiroga en la masacre. En el pedido se destaca el informe de la pericia de ADN en donde se informa que el perfil genético de un hombre hallado en la escena del crimen se compadece con el del acusado "en un total de 18 evidencias, y del hecho de que en las uñas de Marisol Pereyra y de Susana De Bartole, se halle también éste".

Para el fiscal, esto evidencia que el imputado "participó en una pelea en la que éstas le habrían ofrecido alguna resistencia".

Asimismo, resaltó que el propio Quiroga admite en su declaración "haber estado con otra persona, en el lugar y a la hora en que se produjeron los hechos".

"UNA SERIE DE MOTIVOS"

En el caso del karateca Martínez, Garganta detalló una serie de elementos que, a su entender, probarían su vinculación. En primer lugar, mencionó la imputación realizada por el propio Quiroga hacia el karateca en su declaración. Y afirmó que "sus dichos resultan creíbles, porque Martínez era el único de los dos imputados que tenía una serie de motivos, para cometer los hechos".

Garganta basó parte de su pedido en declaraciones recogidas en el expediente que referirían "el carácter celoso y posesivo del imputado Martínez para explicar el homicidio de Barbara, a la par que explican el fin de lograr su impunidad, con la muerte de las restantes" (también ver aparte).

Entre los argumentos, Garganta incluye la declaración de un testigo que "vincula a Martínez y a Quiroga ya que los mismos se conocían por formar parte del mismo grupo de jóvenes que se conocían del club".

Además, destaca que "las huellas encontradas en el domicilio (...) se corresponden con la numeración de Martínez" y "que Bárbara, coincidentemente con el móvil femicida analizado, tiene el doble de puñaladas que el resto de las víctimas".

Otro fundamento que resultó central en el pedido fue la declaración del remisero Marcelo Tagliaferro quien "sindica a Martínez como la persona que salió del departamento para abrirle a Marisol Pereyra".

Por último, citó la circunstancia de que el mensaje enviado por el karateca a Barbara "...otro sábado que me dejaste sólo, me voy a acostar ya no me vas a mandar mensaje...", a la 1.25 de la madrugada del domingo 27, no habría sido mandado desde su domicilio, debido acuerdo al informe de la empresa de telefonía.