Maru Botana, la mujer orquesta

ADEMÁS DE SU GRAN ACTIVIDAD, CUANDO PUEDE PARTICIPA DE EVENTOS SOLIDARIOS O DESFILES JUNTO A SUS HIJAS, DEMOSTRANDO QUE LE SOBRA ENERGÍA

A los 43 años es madre de 8 hijos y una súper empresaria. Además de “Sábado en casa”, su programa en El Trece, que comparte con Sergio Lapegüe, tiene 4 locales de tortas, una revista, un curso de cocina por Internet y un ciclo en la señal El Gourmet.

Lo primero es lo primero. Y tratándose de Maru lo primero es la lista complete de sus hijos. Tantos que da la impresión de pasar lista en un colegio. O en un batallón. Agustín (14), Lucía (11), Matías (9), Sofía (8), Santiago (6), Facundo (fallecido), Juan Ignacio (3) y María Inés (1).

Lo que sigue a esta lista es la vida de Maru. Un dato insoslayable: el papá es el ingeniero, Bernardo Sola, de 44 años. Trabaja en el campo de la familia en la localidad de 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires.

La primera pregunta es inevitable. Por una razón muy concreta: es imposible imaginar que alguien tenga media docena de trabajos y, a la vez, crié 7 hijos. ¿Cómo se logra semejante hazaña? La respuesta es toda una revelación.

“¡Es terrible! -exclama-.Pero tengo unos chicos que son divinos y me permiten un montón de cosas. Estoy re orgullosa de mis hijos, y aunque es difícil repartirme, tengo un corazón para cada uno”.

La primera relación que analiza es con los dos mayores: Agustín y Lucía. “Con Agus tengo una relación lindísima -asegura-. Es un re buen hermano mayor, me ayuda mucho y puedo charlar con él como un adulto. Le pudo contar cómo me siento, me acompaña y me entiende. Me copa tener esta relación con él y con Lucía, que empieza a ser una señorita”.

Con 8 hijos los temas más sencillos son complejos. Por ejemplo, ir a buscarlos al colegio. “Tuve que contratar un chofer -cuenta-. Vivimos en la zona norte del Gran Buenos Aires y se nos complicaban los distintos horarios. Llevarlos, traerlos e irlos a buscar a los cumpleaños era imposible. Pero sé que están a cargo de una persona responsable”.

Segundo tema, que si no se lo soluciona puede llegar a ser un gran dolor de cabeza: la limpieza de la casa y la crianza en general.

“En casa tengo chicas que me ayudan con la limpieza -cuenta-. Pero para criar a mis hijos estoy yo. Corro como una marrana pero estoy yo con sus temas personales. Si quieren llorar el abrazo de la madre no se reemplaza con nada. En este momento de la vida para mí es muy importante estar con ellos. Es una necesidad. Me urge”.

SU CABLE A TIERRA

Todo esto es fácil de contar. Pero hacerlo, es harina de otro costal. Por eso, una decisión sabia es tener un cable a tierra. ¿Cuál es el de Maru? “Hacer deportes -confiesa-. Entreno todos los días a la hora que sea. Ando con patines, corro, es mi cable a tierra, me da energía. También me gusta mirar películas con los chicos, todos tirados en el sillón”.

Un hijo más. En esto Maru es única. Si dependiera solo de ella, ya estaría embarazada de nuevo. Pero no va a ser posible. “¡Bernie me mata” -exclama-. Y sabe muy bien por qué lo dice. Por mí tendría diez pero vuelo por los aires. El no quiere más. Somos muchos. Me apasiona ser mamá y no me asusta el número. Pero ya está. Está bueno dedicarle tiempo a cada uno y que el día de mañana puedan decir: éramos muchos hermanos pero mi mamá y mi papá estaban presentes”.

¿Es posible conservar la pasión a pesar de los hijos y llevar 17 años de casada? “Sí -asegura Maru-. El sexo es súper importante para la pareja. Una vez escuché a las Trillizas de Oro decir que sino le das el bife de chorizo a tu marido es obvio que lo va a ir a buscar a otro lado. Y tienen razón, es la realidad. Los hombres son así. Es propio de la naturaleza humana, y aunque a veces te cuesta porque estás a mil con los chicos, tenés que estar con él”.