El amor y el buen sexo, ¿van de la mano?

Una y otra vez ha surgido el interrogante acerca de si el buen sexo está ligado al sentimiento de amor que une a la pareja o si se trata de una esfera escindida predispuesta nada más que a la satisfacción del deseo sexual de dos personas.

No puede desatenderse que es verdad que los tiempos han cambiado y también los mitos, y que mientras se espera al príncipe azul el sexo puede disfrutarse con toda aquel o aquella que resulte atractivo, siempre y cuando ambos respondan con capacidad de satisfacer sus gustos la hora de la acción.

Para la socióloga Cristina Tania Friddman, después de las ráfagas lividinales efímeras, comunmente la mayoría de las mujeres, y también muchos hombres, siguen esperando a su media naranja, lo que traducido al lenguaje sexual significa que continúan pensando que, en un mundo feliz, el amor y el sexo deberían ir unidos.

La especialista remarca que ante el vacío generado después de las relaciones breves, se torna fundamental el ejercicio de la introspección para saber recapacitar que pueden tratarse de apenas situaciones de goce durante un pequeño lapso, en las que puede resultar difícil que aparezca la confianza que puede lograrse con una pareja estable.

Al hablar del buen sexo como sinónimo de calidad, Friddman explica que en la práctica "resulta difícil distinguir entre amar y gustar. Creemos que la única diferencia reside en la profundidad de nuestros sentimientos y en el grado de compromiso con la otra persona"