Comienza el juicio por el crimen de una policía, 15 años después

Comienza hoy en los tribunales de La Plata el juicio oral por el crimen de Valeria González, la policía de 23 años que el 25 de septiembre de 2001 fue hallada muerta con un tiro en la sien en 1, entre 518 y 519.

El caso se investigó primero como un suicidio y luego acumuló fojas bajo la carátula de “averiguación causales de muerte”, hasta que en septiembre de 2011 tuvo un giro inesperado y otros dos agentes de la bonaerense –el ex novio de la víctima y una amiga de la pareja– fueron detenidos por el crimen.

Los acusados son Juan Carlos Veck y Déborah Vizcarra, fueron detenidos en 2011, están con arresto domiciliario y desde hoy serán juzgados por el Tribunal Oral 5 de La Plata. Actuará como fiscal Florencia Budiño.

Está previsto que en esta jornada declaren 30 testigos, pero el padre de la víctima, Orlando González, cree que su propia declaración “llevará varias horas, porque me pasé 15 años estudiando la causa y los encubrimientos del homicidio”.

Al dar por cerrada la etapa de instrucción, el juez de Garantías Federico Atencio entendió que había indicios suficientes para considerar que “el día anterior (al hecho)” Veck “mantuvo una discusión con la víctima, tras la que él efectuó dos disparos para luego redactar una denuncia falsa con la finalidad de dejar constancia de que Valeria González había querido quitarse la vida”.

Además, Atencio resaltó otras situaciones de violencia entre Veck y González, quienes mantuvieron una relación sentimental. Sobre Vizcarra, el magistrado mencionó que “tengo en cuenta que ha quedado acreditado que, poco antes de que el hecho se produjese, ella conducía a la víctima desde su domicilio a bordo del automóvil marca Chevrolet de color gris”, lo que le daría la prueba llamada como “indicio de oportunidad”.

Hasta el momento la sospecha más fuerte es que la mataron dentro de ese auto. En su dictamen, el fiscal que instruyó la causa, Juan Cruz Condomí Alcorta, había esgrimido que “Vizcarra y Veck ejecutaron de un tiro en la sien a Valeria, le cambiaron la ropa, trasladaron el cuerpo, lo dejaron en 1 y 519 y le plantaron una pistola para simular un suicidio.

El hecho estuvo a punto de prescribir. Para la familia de la víctima, Veck, con la complicidad de Vizcarra, mató a Valeria y luego tiró el cuerpo a la calle, montando una escena de suicidio, que contó con el encubrimiento de otros efectivos policiales.

Diferentes pruebas realizadas por especialistas en balística determinaron que la mujer no pudo efectuar el disparo y además no fueron encontrados restos de pólvora en sus manos. El cuerpo de González apareció vestido con una campera de Vizcarra, que en los bolsillos tenía documentación a nombre del marido de la mujer, también policía.