“Ya lo habían baleado, le siguieron pegando en el piso y se reían de él”

El hombre continúa internado. Según la mujer, “le sacaron 65 centímetros de intestino”

Un hombre de 29 años caminaba en plena madrugada por el barrio Malvinas. Eran las 5.20 de la madrugada de ayer y andaba prácticamente solo. Cuatro ladrones lo vieron y se le fueron encima para asaltarlo. Lo que no sabían era que se trataba de un miembro del Ejército, que no se achicó ante la circunstancia y les hizo frente. El resultado fue que le pegaron un tiro y luego lo siguieron castigando.

Como adelantó este diario en su edición anteriro, repartidos en dos motos marca Gilera, los delincuentes tenían las caras ocultas, entre la oscuridad y las viseras que llevaban puestas.

La víctima caminaba vestida de civil por 45 y 149, rumbo a la avenida 44 donde tenía previsto tomarse el micro para ir a trabajar, según contó Lorena (25), su esposa.

Los cuatro ladrones, que oscilaban entre los 18 y los 21 años aproximadamente, abordaron al militar de repente, sin darle chance a nada. Le exigieron todo lo que tuviera pero la respuesta seca del hombre fue que no.

Ahí se produjo un forcejeo desigual. Aunque se vio superado en número, Gerardo Espíndola los enfrentó a golpes de puño y logró “tirar a dos de la moto”.

Entonces, todos los delincuentes se unieron para agredirlo. Uno de ellos sacó un arma calibre 22 y le disparó a quemarropa: el tiro le ingresó en la zona abdominal.

La réplica no quedó en eso: “Le siguieron pegando en el piso y se reían de él. Además, ahí fue cuando le robaron el celular y una mochila con elementos de trabajo”, explicó Lorena.

La mujer aclaró que entre el botín no estaba su arma reglamentaria porque él prefiere no llevarla consigo.

Los motochorros se escaparonrápido. Un testigo habría detectado en qué dirección lo hicieron. Su testimonio es crucial en el esclarecimiento del caso.

Tres hombres que recorrían el barrio en un camión recolector de residuos fueron quienes se encargaron de llamar a la policía y de esperar allí hasta que al militar lo auxiliaran.

Hasta la guardia del hospital San Martín fue llevado el paciente, para luego ser intervenido quirúrgicamente. Lorena confirmó que en la operación debieron extirparle “65 centímetros de intestino” que le resultaron dañados por el balazo.

Si bien se encuentra estable, el pronóstico médico anticipa una recuperación lenta y extensa. Ramona, su madre, aclaró que esta fue la primera vez que a su hijo le ocurre un episodio así en el barrio.

Sin embargo, en la zona hubo casos recientes y violentos de inseguridad. A unas 15 cuadras, el martes a la noche le hicieron una entradera a una familia en la que hirieron a un hombre de un culatazo en la cabeza. Fueron también cuatro los motochorros que, una vez que se apoderaron de dinero y pertenencias, se dieron a la fuga.

barrio
Ejército
Gerardo Espíndola
Gilera
hombre
Lorena
Malvinas
San Martín

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE