Dilma asegura que no renuncia y se juega en apoyo de Lula
| 12 de Marzo de 2016 | 03:06

SAN PABLO.- El pedido de prisión preventiva contra el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva alimentó aún más la crisis política en el país y añadió incertidumbre sobre el futuro del ex mandatario, del Gobierno y de su sucesora, Dilma Rousseff.
La Presidenta se enfrenta a un posible juicio político por supuesta mala administración fiscal, mientras que el Tribunal Supremo Electoral sopesa posibles irregularidades de financiación de campaña que podrían terminar anulando su reelección 2014.
La mandataria habló con los reporteros al final de una reunión con los rectores de las universidades federales. Dijo que la gente no debe exigir la renuncia de un presidente elegido sin evidencia concreta de que ella haya violado la Constitución.
“NO HAY RAZONES”
“Si no hay ninguna razón para hacerlo, no voy a renunciar”, aseguró.
A su vez, el ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva está siendo investigado por presunta corrupción en su país. Lula pasó ayer buena parte del día reunido con sus abogados y con compañeros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) para analizar tanto su situación como la crisis que enfrenta el Gobierno de su ahijada política. El ex presidente insiste en que la Fiscalía no tiene base para solicitar su prisión preventiva y denuncia que la decisión esconde una maniobra política.
La Fiscalía de San Pablo, en una investigación paralela al escándalo por corrupción en Petrobras, considera que Lula debe ingresar en prisión por los presuntos delitos de lavado de dinero y falsificación de documentos en relación a un departamento.
En la denuncia, firmada por tres fiscales, se acusa a Lula y a su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, de ocultar que son dueños de un departamento de lujo en la playa de Guarujá, en y que no figura en sus declaraciones impositiva.
Para Dilma tampoco hay duda de que la denuncia esconde elementos políticos. “El Gobierno repudia el acto practicado contra el presidente Lula”, dijo Dilma en la conferencia de prensa en el palacio de Planalto.
La petición de la Fiscalía “sobrepasa el sentido común” y es un “acto de injusticia”, sobre todo debido al bagaje político de Lula y por el “respeto internacional” del que goza, añadió.
Mientras tanto, miles de partidarios de Lula volvieron a las calles para manifestarles su apoyo.
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