El Gobierno denunció una emboscada con “armas de grueso calibre”

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El Ministerio de Seguridad aseguró que los efectivos de Prefectura que realizaron el operativo en el lago Mascardi, en el que murió un joven mapuche, fueron atacados con “armas de grueso calibre” por un grupo con “preparación militarizada”.

En un extenso comunicado, la cartera que conduce Patricia Bullrich dio su detallada versión de lo ocurrido en el operativo realizado el sábado por Prefectura en la zona del lago Mascardi. Expresó que “lamenta lo sucedido pero considera que, en esta oportunidad, no se trató de un grupo de protesta o de reivindicación sino de una metodología de violencia armada, inadmisible con la democracia y el Estado de Derecho”.

Tras aclarar que intervinieron en el operativo “cuatro efectivos de la agrupación Albatros de la Prefectura Naval Argentina, cumpliendo con la orden judicial del juez federal Gustavo Villanueva” precisó que se trataba de tareas de “rastrillajes en la zona de Villa Mascardi con el objeto de recabar información e identificar a las personas prófugas luego del desalojo realizado el día jueves sobre los terrenos tomados por el RAM”.

El grupo detectó -tipo emboscada- “más de 10 barricadas de madera y tierra, que el día anterior no estaban” en una de las cuales había “entre 15 y 20 personas”, precisó.

Dos de los efectivos, agregó, bajaron a pedir ayuda y los otros dos se escondieron en el lugar, quienes escucharon lo que “aparentaban ser gritos de guerra” de esas personas que estaban “encapuchadas, con máscaras antigases de tipo militar y banderas con lanzas que en sus puntas tenían atados cuchillos”.

Pero cuando dos de los efectivos “se encontraron de frente con este grupo de 15 a 20 personas encapuchadas y armadas. Los dos Albatros dieron la voz de ‘alto Prefectura’, que no fue acatada”, afirmó.

“El grupo comenzó una agresión con piedras, boleadoras y lanzas” mientras la patrulla “repelió el ataque con un arma no letal con munición de pintura”. Cuando los efectivos se reagruparon “se escucharon gritos por parte del grupo de encapuchados que decían ‘los vamos a matar, son pocos, son cuatro’”.

De inmediato, continuó la versión oficial, “los efectivos escucharon fuertes estampidos en dirección a su posición y observaron a dos o más personas portando armas de fuego que, por el sonido y el efecto de las efracciones, daban cuenta de ser de grueso calibre”.

“A continuación, el grupo de personas comenzó a avanzar utilizando movimientos tácticos militares y adoptando una formación de emboscada envolvente sobre los cuatro efectivos, lo que demostraba la preparación militarizada del grupo, que sumada a las máscaras de gas, daban la impresión de un grupo preparado para un evento violento”, aseguró.

Según el Ministerio, los efectivos solicitaron “apoyo y autorización para hacer uso de sus armas de fuego”. Como no lograron comunicarse con su base, usaron primera “una granada de aturdimiento” y luego “comenzaron a replegarse hacia abajo, cubriéndose con disparos de fuego intimidatorios siempre en dirección hacia los árboles y no en dirección hacia los atacantes, ya que no se podía visualizar más a aquellos hombres que se encontraban disparando con armas de fuego”.

 

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