Una libreta complicaría a la chica detenida por cortarle los testículos a un hombre

Luego de que se conociera la noticia del salvaje ataque que un hombre sufrió a manos de una joven, que lo hirió en los testículos con una tijera de podar, en la ciudad de Córdoba, se escucharon dos hipótesis: la del hecho premeditado y la de una agresión de índole sexual, por la cual la chica debió defenderse.

Sin embargo, en las últimas horas surgió una pista que podría resultar clave para resolver el caso: los pesquisas encontraron una agenda en la que la acusada realizó anotaciones de puño y letra, donde se pueden leer detalles sobre cómo llevar adelante el procedimiento y qué hacer una vez efectuado.

Según revelaron las fuentes, en esas inscripciones se podían leer palabras como “bisturí”, “cortarle”, “cinta...”, “su celular” y una frase final: “Pedir ayuda”.

En la página siguiente, con enmiendas y tachadas, se repiten algunas de estas expresiones, más “gotitas” y “pedir ayuda”.

Estas anotaciones hacen pensar a los investigadores que el hecho sería algo que ella había planeado con antelación, lo que contradice una de las primeras ideas al respecto: el ataque sexual.

“Si hubo abuso, ese día no ocurrió”, dijo una fuente del caso.

Mientras tanto, el hombre continúa internado en el Hospital de Urgencias de Córdoba.

Al respecto, la directora del nosocomio, Cristina Gómez, dijo que “tiene una evolución aceptable”, a pesar de encontrarse internado en el área de cuidados intensivos.

La joven, por su parte, quedó imputada por “lesiones gravísimas” y se dispuso que siga detenida en la Cárcel de Mujeres de Bouwer.

Como se sabe, el abogado defensor, Carlos Nayi, insiste en que se defendió de un abuso sexual.

“Ella le permitió el ingreso al departamento, es una persona que integra una banda de rock, es allegado a su hermano. Ya en el interior del domicilio, lejos de cumplir con las intenciones que era retirar un instrumento, la atacó sexualmente y ella asumió una actitud defensiva”, contó el letrado a una radio local.

El delito de lesiones gravísimas prevé una pena de 3 a 10 años de cárcel