El Lobo cerró su año con una derrota en Avellaneda

Por NICOLAS LAMBERTI

 

A pesar de que el resultado comenzaría a sonreírle desde temprano, Gimnasia volvió a sufrir un cachetazo (3-1) afuera de su casa después de haberle ganado en el Bosque nada más ni nada menos que a River. 

La tendencia que venía exhibiendo el equipo bajo el mando de Mariano Soso no logró revertirse en el último partido del año y será sin dudas, unas de las tantas cuentas pendientes que deberán comenzar a saldarse desde el 2 de enero cuando el grupo regrese al trabajo.

Cuando amanecía el juego, Brahian Alemán acarició la pelota con el botín zurdo y metió un golazo de tiro libre mientras el reloj marcaba apenas 2 minutos. El uruguayo, desde el borde del área, colocó el balón a media altura contra el caño derecho de Musso, que se quedó parado y sin respuestas.

Pero después del gol albiazul, el dueño de casa comenzó a manejar la pelota, y el Lobo esperaba para salir de contragolpe.

Los pelotazos cruzados comenzaron a complicar al conjunto de Mariano Soso, que se descuidaba en la marca y por momentos la pasaba mal. 

Por el sector izquierdo pasaba los sobresaltos más grandes el mens sana, ya que tanto Licht como Alderete no coordinaban en la última línea y lo delanteros locales se volvían una amenaza constante.

Así fue que la Academia contó con la primera clara para poder empatarlo a los 33, pero Ibargüen le erró al arco de cabeza, después de haberle ganado la espalda al segundo central Tripero.

Gimnasia también elegía más que nada el sector izquierdo para buscar los caminos del ataque, pero dependiendo mucho de la cuota de fútbol que podía imprimirle Alemán ya que Colazo no aparecía mucho en acción y por el otro lado, ni Faravelli ni Dibble se metían en el partido.

El mens san no logró volver a llevar peligro hasta los 40 minutos, cuando el mismo Alemán jugó un centro bajo que encontró al mencionado Dibble por el segundo palo, pero el remate del punta se fue alto.

Hasta que a los 45, cuando el primer tiempo parecía morir 1 a 0 en favor de la visita, el local agarró mal parado una vez más al equipo y llegó al empate. 

Zaracho le ganó la posición a Faravelli dentro del área y sacó un derechazo cruzado pero defectuoso que encontró a Lisandro López en la línea del arco, quien no debió hacer más que empujarla.

SIGUIO MARCANDO MAL Y LO SUFRIO

Ya en el complemento, la pelota siguió en poder del local,  las alternativas eran similares a las del primer acto y por decantación, Racing terminó dando vuelta el resultado.

Los de Fleita podrían haber marcado con Ibargüen pero su disparo pasó muy cerca del poste derecho después de un desvío, y también con dos jugadas del bueno de Lautaro Martínez. En la primera tapó Martín Arias y en la segunda, se interpuso el poste izquierdo y salvó al Lobo.

Gimnasia hacía poco y nada en ataque y por eso Soso decidió mover el banco reemplazando a Nicolás Dibble por Eric Ramírez.

Sin embargo, lejos de surtir efecto este movimiento, cayó el segundo de Racing. Otra vez atacaron a Gimnasia por la izquierda y, tras un centro de Lautaro Martínez, Lisandro López se tiró en palomita aprovechando el descuido de Guanini, que lo miró pero no lo marcó, y puso el 2 a 1.

Con el resultado ya en contra, el DT albiazul volvió a meter mano y sacó a los dos laterales para apostar por Bonifacio y Niell, modificando el dibujo táctico e intentando generar más vértigo en ofensiva, aunque tampoco tuvo suerte.

Es más, el mismo Bonifacio le cometió un penal infantil a Martínez, que taparía Martín Arias pero en el rebote el mismo punta lo cambió por gol y selló el 3 a 1 final.

Con un nuevo resultado en contra en condición de visitante murió el partido y se fue el semestre y el año para Gimnasia. El reencuentro será en Abasto, el segundo día del próximo año y habrá mucho para trabajar, sobre todo en esta bipolaridad que mostró el equipo, alternando buenas y malas dependiendo de la localía.

 

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