Había caído por robo y escapó por el pasaplatos de la puerta del calabozo

Un hombre de 28 años, detenido el miércoles tras cometer un asalto y golpear a la víctima, logró escapar ayer de la Comisaría séptima, de Abasto, pero la revancha con la calle le duró poco: fue recapturado en una zona de quintas de esa localidad.

Según informó el comisario Juan Soler, “la fuga se produjo alrededor de las cinco de la tarde a través del pasaplatos” de la puerta del calabozo donde estaba alojado Emanuel Pereyra, quien llevaba unas 72 horas detenido.

Según la información policial, el joven -que declaró ser albañil- debió realizar una contorsión para pasar a través del portón que tiene entre 30 y 40 centímetros de lado, según se estimó.

La plástica maniobra del hombre de “contextura normal”, según pudo saberse, no fue advertida por los efectivos de la dependencia, indicó Soler.

El preso salió “hacia el fondo del predio, donde la comisaría linda con un corralón de materiales para la construcción, cuyo frente da a 519”.

Según indicó el comisario, la fuga fue advertida rápidamente y se puso en marcha un operativo de búsqueda que involucró a otras áreas de la Policía a nivel regional.

El detenido, tras saltar el paredón del fondo de la comisaría y ganar la calle a través del corralón cruzó la avenida 520, arteria principal de Abasto y se dirigió al área rural.

Soler explicó que “aproximadamente una hora después fue recapturado en 32 y 189, un área de quintas de Abasto a unos 3 kilómetros de la comisaría”.

investigación

Es materia de la investigación si Pereyra logró vulnerar la seguridad del pasaplatos o bien estaba abierto cuando decidió escapar a través del pequeño portón.

El episodio derivó en la apertura de actuaciones penales por evasión y un informe sobre la actuación en la Comisaría, que se pondrá a disposición de la Auditoría de Asuntos Internos de la Policía.

Pereyra fue detenido el miércoles como autor de un robo en el que se valió de un fierro con el que golpeó a la víctima. Ahora, continuará detenido en la comisaría décimo cuarta de Melchor Romero.