Alarma vecinal hasta en la cuadra de la comisaría
Edición Impresa | 3 de Diciembre de 2017 | 03:17

Los sistemas comunitarios de prevención se extienden por la Ciudad y también están llegando a Berisso. En Gonnet no alcanza con vivir en la calle de la comisaría: un grupo de frentistas decidió colocar una alarma vecinal en 14 entre 502 y 503, la misma cuadra donde se ubica la comisaría 13°, contaron en el barrio. También hay una a la vuelta, en 503 entre 14 y 15, donde vive Adriana Spinazo. “Vivimos a la vuelta de la comisaría. Se supone que deberíamos tener una mejor protección. Nosotros pusimos dos alarmas y seis reflectores de led. Además, tenemos a los vecinos de 14 entre 502 y 503, que también pusieron una”, dijo.
Spinazo ya tenía su casa cubierta con una alarma cuando decidió formar parte del grupo vecinal, hace unos meses. “La alarma en casa está hace unos cinco años, por la inseguridad. Pero en estos últimos meses se acrecentó la ola de robos y tomamos la decisión. Nadie se negó a participar”, indicó.
Los vecinos pueden accionar las sirenas si ven algo sospecho o prender las luces con que cuenta el sistema, por ejemplo, cuando llegan a de noche a casa. “Además, tenemos un grupo de WhatsApp donde estamos comunicados. Esto da un poco de seguridad, pero uno no está ajeno a que lo asalten”, apuntó Spinazo.
Este tipo de sistemas, se basa en un trabajo colaborativo. Algunos dispositivos informan quién y desde dónde hizo sonar la sirena, lo que permite a otros integrantes del grupo llamar al 911 con más datos.
Unos días atrás, en Gonnet la alerta funcionó. “Hubo dos robos, uno en 510 entre 16 y 17 y otro en 18 y 509. Los ladrones se llevaron una bicicleta de una casa y una caja de herramientas de otra. Se disparó la alarma porque los vecinos notaron algo sospechoso y se activó el protocolo de WhatsApp, donde preguntamos quién había tocado y qué pasaba. Entonces, se llamó a la Policía y detuvieron a dos personas en Centenario y 510”, relató Julio Pace, integrante de la asamblea de vecinos de Gonnet.
PARA CASAS Y AUTOS
“En viviendas hay mucho trabajo, con turno para dentro de un mes o mes y medio”, dijo Jorge Cauterucci, un comerciante platense que también trabaja con automóviles. En este segmento la demanda es estable “con poco modificación con respecto al año pasado”. Los equipos, que cuestan entre 2 mil y 3 mil pesos, se usan para la prevención de ingreso al vehículo, en particular los de alta gama, que tiene protección de robo mediante la codificación de llave.
En las viviendas hay que calcular un gasto variable, entre los 7 y 8 mil pesos de base por el costo del equipo más el costo de la colocación de sensores, que hace subir la boleta hasta los 20 mil pesos en el caso de una vivienda con varias ventanas y patio, que indica la necesidad de protección perimetral.
Los sensores infrarrojos disparan una alarma que incluso hace sonar el teléfono celular. A la vez, puede llamar a otros teléfonos. La protección, al dejar la casa se puede iniciar a través de un control remoto, como el de un portón eléctrico o bien un teclado. Se señaló en este sector comercial que la demanda fue subiendo a lo largo del año y se extiende en área de la zona Norte, como Gonnet, en particular, el sector de Villa Castells.
En tiempos de horror por la violencia, cuando ya no alcanzan las rejas, persianas y cerraduras, en las viviendas se suman elementos electrónicos de alerta, como las cámaras. Uno de los proveedores locales contó que “todos los colegas estamos tapados de trabajo para negocios o viviendas” y detalló que un sistema básico suma entre 15 y 18 mil pesos al presupuesto de la seguridad: “Con esa plata se accede a 4 cámaras para una casa o negocio. Van 2 al frente y 2 al fondo. Las imágenes se graban y almacenan en una computadora que se conecta a Internet y podes verlo de cualquier lado. Incluso un celular”, explicó.
También se buscan en la Ciudad puertas más firmes. “Es constante la cantidad de consultas por la ola de robos. Se está vendiendo lo que tiene que ver mayor seguridad, hasta un 50 por ciento más en los últimos meses”, informó Mariano Véntrice propietario de una casa de herrajes. El comerciante apuntó que “la gente pide cerraduras y cerrojos combinados para no demorar al abrir la puerta. También cerraduras electromagnéticas, que se pueden manejar con control remoto. Esto se está aplicando en comercios y farmacias, puntualmente. Estos dispositivos valen entre 1.200 y 2 mil pesos.
En este renglón también se trabaja con la colocación de porteros con visor, que suman unos 1.250 pesos. “En los edificios se está pidiendo barras anti pánico y cerraduras interiores en los pasillos de los pisos, para que no se pueda ingresar desde afuera”, la novedad suma 3 mil pesos al gasto de consorcio. “También nos están consultado por la coordinación de la llave de entrada de edificio con los ascensores”, indicó Véntrice.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE