Llueven las críticas por el descontrol y las fallas en el show del Indio Solari

La Justicia recolecta testimonios que ratifican el desborde del predio

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Los testimonios recogidos hasta ahora por la Justicia abundan en detalles sobre la desorganización, la falta de controles y el desborde que llevaron a la tragedia en el recital del Indio Solari en Olavarría.

Por otra parte, se alzaron ayer voces muy críticas desde distintos sectores por la falta de prevención y la ligereza con la que se habilitó el recital. El intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, quedó en la mira y forzado a dar explicaciones.

Desde el Gobierno bonaerense, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, admitió fallas en la seguridad (ver pág. 18).

Olavarría seguía ayer sin reponerse. Un operativo de emergencia debió disponerse para que miles de personas pudieran regresar a sus lugares de origen. Pero hay todavía cientos de extraviados a los que no han podido localizar sus familiares.

La fiscal Susana Alonso, titular de la UFI N° 7 de Olavarría, comenzó las primeras medidas de prueba en su investigación sobre el trágico recital, con un expediente que lleva la carátula de “averiguación de causales de ilícito” y “causales de muerte”.

Alonso le solicitó al juez de garantías Carlos Villamarín allanar el hotel Santa Rosa donde se alojó el músico, el mismo en donde anteayer la fiscal Alonso le tomó declaración testimonial al Indio Solari. La funcionaria judicial fue en busca de documentación con el objetivo de determinar cuántas entradas se vendieron.

La Policía Bonaerense estuvo a cargo del procedimiento, con la subdivisión Olavarría de la DDI de Azul. Fuentes de la investigación confirmaron que se requisaron elementos informáticos y se buscaba, particularmente, el registro de ingreso de autos al hotel y al predio La Colmena.

La principal hipótesis de la fiscal es que hubo un desborde de gente ya que el predio tenía una capacidad para 200 mil personas y se estima que ingresaron más de 300 mil.

Alonso ya les tomó declaración a varios de los asistentes y le dijeron que salieron después de la primera canción porque “no se podía estar”.

Otro punto que deberá aclararse es que la intendencia de Olavarría había acordado ser la “fiadora” o garante de la productora y que se comprometía a proveer recursos para que el show se realizara.

Todo esto se agiganta cuando se tiene en cuenta que la organización pagó apenas 300 mil pesos por el alquiler del predio y que las medidas de seguridad y salud no estaban cubiertas con una recaudación de, al menos, 10 millones de dólares.

La productora En Vivo S.A., organizadora del evento, está bajo la mira de la fiscal Alonso.

Fuentes en la Policía Bonaerense indican que hubo 1.098 efectivos enviados para el show: la encargada de pedirlos, de acuerdo a estas fuentes, fue la organización. Novecientos de ellos estaban apostados en las afueras de La Colmena, el predio donde se desarrolló el espectáculo.

Por otra parte, hay respuestas que quizás dependan de Solari mismo, que -según trascendió. volvió de Olavarría en un avión privado y se refugió en su casa en Buenos Aires.

Según trascendió, Solari se quebró y lloró varias veces durante el relato ante la fiscal y admitió que lamentaba mucho lo que había pasado y que se sentía muy mal. Pero también, según revelaron fuentes del caso, se desligó de la responsabilidad de la organización.

“Dijo que hace muchos años que trabaja con esta productora (En Vivo S.A.) y que confía en ellos, pero que no tiene nada que ver con la organización del show”, revelaron fuentes de la investigación.

En las últimas horas, la fiscal tomó declaración testimonial a muchas de las personas que orbitaron alrededor del recital. Así pasaron, además de Solari, los productores Matías y Marcos Peuscovich, algunos de los músicos de la banda y también el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli. Por ahora, ninguno quedó imputado.

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