El Chavo de Cafferata nunca te deja a pata...

El capitán, uno de los más veteranos del plantel, hizo el gol y fue una de las figuras del necesario triunfo

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Estudiantes necesitaba cortar la mala racha de manera urgente. Para volver a enderezar el rumbo en el torneo, para alejar los rumores de la salida del técnico y para que los jugadores recuperasen confianza. Lo hizo. Fue 1-0 contra Patronato en un partido de poco relieve futbolísitico y en el cual hizo valer el peso de sus individualidades y el poder de la experiencia.

Ganó con justicia. Nadie podrá decir que Patronato mereció empatar. Pero no le sobró nada. Casi nada. Hasta el último instante estuvo latente la posibilidad de que el equipo visitante pudiese arruinarle la tarde. Porque no pudo ni supo terminar en gol alguna de las 10 aproximaciones al área rival. Tuvo en el colombiano Otero un jugador rápido y peligroso, pero con muy poco sentido de la definición. Por eso, y porque en defensa no brindó la seguridad que supo tener, sufrió demasiado.

El gol lo hizo uno de sus jugadores más claros. Y uno de los más veteranos (detrás de Juan Sebastián Verón). Leandro Desábato, el defensor de 38 años, “sobreviviente del Mineirao”, a quien por los parlantes a la hora de la presentación de los equipos lo definiieron como “el de Cafferatta, el que nunca te deja a pata”.

“Hay que resaltar a nuestro capitán. Me alegro por él, con 38 años jugó los tres partidos de la semana” (Vivas sobre Desábato).

En el momento, dicha frase fue risueña y provocó el comentario en la platea. Al momento del gol todos la recordaron. Y en el final del partido varios hinchas jugaron a ser periodistas poniendo el título. Premio para ellos, para el que la pensó y para el propio Desábato.

El Chavo hizo el gol de cabeza, luego de un centro preciso de Augusto Solari desde la izquierda. Los dos jugadores más claros del equipo, junto con Lucas Viatri, resultaron determinantes para este nuevo triunfo de Estudiantes, que rompió una mala racha de casi cuatro meses sin alegrías oficiales.

El triunfo dejó, además, otros apuntes: que en el sector izquierdo tiene enormes problemas, en la marca y en el ataque, que hasta no recuperar la confianza total la salida desde el fondo será de la manera más segura, que el ingreso de Rodrigo Braña no pudo aportarle al equipo el equilibrio que está buscando el técnico y que en Juan Foyth tiene un jugador muy valioso para reemplazar a los centrales titulares cuando sea necesario.

Pero en definitiva ganó, sumó tres puntos, se volvió a meter en la pelea por el título (quedó a sólo cuatro puntos del líder Boca) y el triunfo llegó con la valla en cero, con todo lo que eso significa para un equipo que había recibido 12 goles en los últimos seis partidos.

Estudiantes volvió a ser feliz. Dio una muestra de recuperación, mínima, pero importante. Después de una semana caliente, la casa está en orden.

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