Después de un lustro, Lanta se enteró de que había sido adoptado
| 23 de Mayo de 2017 | 20:06

La confesión de Jorge Lanata impactó casi de la misma forma en la que lo hicieron sus estruendosas investigaciones, aunque, esta vez, el contenido pasó de política a vida personal: su vida personal.
En un capítulo de “56, cuarenta años de periodismo y algo de vida personal”, su último libro editado por editorial Sudamericana y que saldrá a la venta el próximo lunes, el periodista revela que se enteró, apenas meses atrás, de que los que siempre consideró sus padres biológicos no lo son.
Según los pasajes que trascendieron, el conductor de “Periodismo Para Todos” conoció esta noticia en 2015 cuando fue sometido a un transplante cruzado de riñón, y que lo mantuvo en secreto, dentro de su círculo íntimo: sólo “cinco o seis personas” lo sabían, entre ellas, su ex mujer Sara Stewart Brown y su hija mayor, Bárbara.
“Soy adoptado. Lo sé desde hace pocos meses. Tenía cincuenta y cinco años cuando me enteré. Toda mi vida pensé que mi vínculo -¿mi necesidad?- con el periodismo tenía que ver con una enfermedad de mi madre, víctima de un tumor cerebral que lesionó su centro del habla: ella no podía hablar. Mamá no podía responder, yo preguntaba...”, confiesa el también conductor de “Lanata Sin filtro”, por Radio Mitre.
Y agrega: “Ahora sé que ella no era ella, o sí lo era pero de otro modo, y que mis preguntas intuían un secreto que busqué sin proponérmelo, casi toda mi vida. Si ‘ellos’ no eran ellos, yo ¿era yo? La pregunta es idiota”.
En tren de confesiones, Lanata detalla cuáles fueron los pensamientos que lo abordaron apenas se enteró de sus orígenes. “Lo primero que pensé cuando lo supe es que las largas manos de pianista de Bárbara, mi hija mayor, no venían de las manos de mi mamá”, cuenta.
“Tal vez, finalmente, sea yo quien viene de ningún lugar”
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE