¿Túneles secretos en la ciudad de La Plata?

Desde hace muchos años, circulan versiones sobre la existencia de una red de pasadizos subterráneos que comunicarían de manera secreta los principales edificios públicos de la ciudad. Mitos y verdades de los túneles platenses.

Por Nicolás Colombo

De permanente vigencia, el mito de los túneles platenses sale a la luz cada vez que es hallado algún espacio bajo tierra en la ciudad: cloacas, arroyos entubados, sótanos, aljibes y demás construcciones subterráneas son confundidas con túneles secretos, e igual sospecha ocurre ante hundimientos en el asfalto, en veredas o cualquier terreno que cede por razones desconocidas. Esta es una característica fundamental del mito de los túneles, los cuales parecen ser conocidos por la mayoría de los platenses, pese a que nadie ha podido mostrar fotos, vídeos o documentación que avale su existencia.

Según el mito, existiría un gran túnel que iría bajo el eje cívico conectando los edificios públicos; desde el Ministerio de Seguridad hasta la Catedral, pasando por la Casa de Gobierno, Legislatura, Municipalidad, etc. Algunos dicen que la calle 52, inexistente en ese tramo, existiría pero bajo tierra.

El mito, si bien existe desde hace décadas, fue formalizando en los '90 por el escritor Gualberto Reynal. Según dicho autor, en la ciudad existiría una red de túneles secretos que fueron construidos entre 1916 y 1919. El túnel del eje cívico se extendería a lo largo de avenida 51 y tendría un acceso en la Plaza Malvinas Argentinas, donde antiguamente estaba el Regimiento 7. El mismo continuaría comunicando los siguientes edificios: antiguo Regimiento 7 (Centro Cultural Plaza Malvinas), Catedral de La Plata, Escuela Normal Nº1, Palacio D’ Amico (Arzobispado de La Plata), Colegio San José, Palacio Municipal, Legislatura, Casa de Gobierno y Ministerio de Seguridad. Incluso se dice que su extensión sería mayor, llegando de un lado hasta el destacamento de bomberos en el Paseo del Bosque y del otro lado hasta el Parque Vucetich. Según Reynal, estos pasadizos estarían construidos a una profundidad de entre 5 y 7 metros, y su diámetro se calcula en 2 o 3 metros. El tramo que salía desde el Palacio D’Amico habría sido usado por obispos para acceder hasta la Catedral, e incluso hasta la Escuela Normal Nº1 (construida en 1930), pero el acceso a este último, según el mito, fue bloqueado al terminar las torres de la Catedral en 1999.

La función de estos supuestos túneles no está del todo clara. Reynal afirma que en el caso del Regimiento 7 servirían como vía de escape ante ataques, como el ocurrido en la revolución de 1956 cuando se bombardeó la base militar luego de la sublevación del Teniente Coronel Oscar Lorenzo Cogorno. Se dice que durante ese ataque, muchos de los soldados utilizaron el túnel que iba en dirección a la catedral para escapar del lugar y salvarse del feroz bombardeo. También hay quienes afirman que durante la última dictadura militar de 1976 volvieron a usarse para que los soldados pudieran ir de un edificio a otro sin ser vistos. Pero lo cierto es que la mayoría de los historiadores afirman que este túnel no puede existir ya que La Plata nunca tuvo ataques de aborígenes, contrabando o alguna situación bélica que justificara su construcción (además de que hacerlos involucraría un gasto enorme de dinero, y no hay ningún documento que avale esto).

El antiguo túnel de Plaza Malvinas fue reabierto al público hace pocos años, y no se halló ningún indicio de otro túnel de mayor importancia en sentido hacia Plaza Moreno. Tampoco se encontraron pruebas del mismo durante la construcción del Teatro Argentino, para la cual se excavó toda la manzana, ni hace unos meses durante investigaciones arqueológicas en el Palacio D'Amico. En 2014 un grupo de investigadores utilizó radares de impulso electromagnético en los alrededores de Plaza Moreno, nuevamente sin hallar ningún túnel en la zona.

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