Un mercado que recauda más de 4 millones de pesos por día

Los puestos ilegales son 7.000 y pagan en promedio $500 diarios. En “La Salada” salen más del doble

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La Salada goza de fama mundial, aunque no sea precisamente buena. Un ranking elaborado por la Unión Europea asegura que tiene la renta informal más grande del mundo, mientras que la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (Office of the United States Trade Representative- USTR) incluye al país en la llamada “lista de vigilancia prioritaria” por la práctica “desleal” de estos mercados que afectan derechos sobre marcas y patentes.

Según Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, hay 7.000 puestos de un metro cada uno entre el predio y la vera del Riachuelo, con un total de 21.000 comerciantes ilegales, lo que convierte a la Salada en el “centro de abastecimiento de comercio trucho más grande del país”.

Si se toma en promedio los 500 pesos que se le cobran al puestero tenemos una recaudación diaria –del predio y fuera del mismo– de $3.500.000 sólo en concepto de alquiler. A un promedio de $1.500 de recaudación por puesto, eso se traduce en un total diario de caja de 10.500.000 pesos.

“La Salada” tiene una superficie de 20 hectáreas. En la feria Punta Mogotes el alquiler de un puesto va de los $1.500 a los $5.000 diarios.

La cantidad de vehículos que circulan por el lugar en un día también da cuenta de la magnitud del negocio. Son, en promedio, 400 micros, 250 combis y 6.000 autos.

Jorge Castillo, administrador del Paseo de Compras Punta Mogotes y cara visible de “La Salada”, decía a quien quisiera escucharlo que Estados Unidos mentía respecto a La Salada: “El único secreto de nuestros precios es que vendemos ropa autóctona de gran calidad al precio justo. El coste de un jeans es de 80 pesos y lo vendemos a 160. Pero el mismo pantalón te cuesta en cualquier otro comercio argentino 400 pesos. El tema está en el abuso que hay en la cadena de intermediación”, reflexionaba.

COMO UN REY

Castillo, hoy acusado de liderar una asociación ilícita, siempre hizo gala de su muñeca para los negocios. Ultimamente había incursionado en los de servicios inmobiliarios, cría de aves y ganado, cultivo de soja y créditos financieros. Además de controlar la feria que mueve millones, es socio accionista de al menos 14 empresas y tiene registradas 23 marcas a su nombre.

Le dicen “el Rey de la Salada” y, por lo menos hasta ayer, vivía como tal, en una lujosa mansión situada dentro de un enorme predio que era uno de los tres haras más antiguos de la Argentina: “El Argentino de Turf”.

Cuenta con una construcción principal de dos plantas y dos alas ubicadas en los extremos, una de las cuales está en pleno proceso de refacción, con la estructura preparada para sumar una segunda planta y equiparar en altura a la mansión principal.

En el fondo de la casa principal un sendero comunica de forma directa con una amplia piscina y sobre el extremo izquierdo de la propiedad hay una cancha de tenis con medidas profesionales y cemento como superficie.

Según relataron residentes del barrio privado, Castillo compró la propiedad a fines de 2015 al empresario español Angel Sanchís Herrero, propietario de “La moraleja”, uno de los principales latifundios productores de limones a nivel mundial, ubicado en la provincia de Salta, y denunciado en 2013 por la Procuraduría de Criminalidad Económica (Procelac) por lavado de dinero. Castillo y todos los integrantes de su familia permanecían en el barrio con custodia armada permanente, lo que también generó un foco de conflicto con la seguridad privada del predio.

 

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