La demencia canina, con síntomas similares al Alzheimer en humanos

Su progreso puede ser sumamente veloz y afectar la salud de los perros en apenas seis meses, más rápido que en las personas

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Siempre se dijo que el perro es el mejor amigo del hombre. Acaso para consolidar esos lazos que unen desde siempre a las personas con sus más fieles mascotas, un estudio acaba de comprobar que los perros mayores de ocho años -equivalente a unos 50 años en el hombre- muestran síntomas de demencia casi idénticos a los del Alzheimer en humanos.

“Lo que señala este estudio es real -apunta la neuróloga platense Diana Cristalli, una de las referentes a nivel local en el tratamiento del mal de Alzheimer-. De hecho, se han practicado estudios de neuroimagenes cerebrales en perros que han detectado abiotrofias del tejido cerebral similares a las que padecemos los seres humanos”.

La conclusión del trabajo, publicado en Journal Vet Behavior, parte de una investigación en la que se analizó 63 perros cuyo diagnóstico médico fue trastorno compulsivo canino. A la hora de analizar a los animales, se detectó que el 24% de los perros tenían valores de hematocrito superiores -volumen de glóbulos con relación al total de la sangre- al rango de referencia del laboratorio de patología clínica.

“La primera hipótesis es la del estrés, que establece que el estrés, el conflicto y la frustración conducen a la secreción de epinefrina y al comportamiento compulsivo, con posterior contracción esplénica que resulta en policitemia. La segunda es la hipótesis de policitemia primaria”, detalló Mami Irimajiri, una de las hacedoras del estudio.

La demencia senil es una disfunción cognitiva, lo que puede sintetizarse del siguiente modo: el perro, al igual que le sucede a muchas personas enfermas, empieza a perder su capacidad de razonar. Al aparecer los primeros síntomas, la consulta con un veterinario tiene que ser de manera urgente dado que, aunque no exista cura, sus síntomas pueden mermar con un tratamiento adecuado. Motivar a las mascotas con juegos y ejercicios y vivir en un entorno saludable, apuntan los expertos, también son aspectos fundamentales para su retraso evolutivo.

Si bien es una enfermedad de difícil diagnóstico en mascotas, hay varios síntomas que sirven de alerta a la hora de consultar al veterinario (ver aparte). Ya hace poco más de un año un estudio realizado por científicos de la revista Science Magazine calculó que el 28% de los perros de entre 11 y 12 años y el 68% de los de entre 15 y 16 años padecen síndrome de disfunción cognitiva canina.

El avance de este síndrome puede ser muy rápido, al punto que se detectó que en el 24% de los casos los síntomas pasaron de suaves a moderados en unos 6 meses, mucho más rápido que el avance de la enfermedad en los humanos.

En etapas posteriores, los animales perdieron sus habilidades de entrenamiento en el hogar y a menudo estaban confundidos acerca de dónde estaban. Los científicos confían en que la nueva escala de clasificación debería ayudar a los veterinarios a diagnosticar incluso las formas leves de este síndrome para ofrecer medicamentos y otras terapias específicas para la enfermedad.

“Si el problema se detecta temprano -dice Irimajiri-, los síntomas pueden aliviarse alterando la alimentación o el estilo de vida de los perros. Los dueños de los perros deben buscar el consejo médico lo antes posible, si notan que sus canes han envejecido de repente. La supervisión de especialistas es importante, dado que los tranquilizantes e inhibidores son las únicas opciones para lidiar con perros con demencia severa”.

 

 

 

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