A Camba se le escapó la victoria en el final

No supo cuidar el 2-1 e Italiano, con muy poco, se lo empató y lo privó del primer éxito en el torneo

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Cambaceres tenía la situación bajo control. Ganaba bien, controlaba con orden táctico el 2-1 y hasta lo pudo haber liquidado con un remate cruzado de Lautaro Palacios, entrando por la derecha. Sin embargo, lo que parecía una victoria cantada, todo se derrumbó a dos minutos del final, cuando un cabezazo del eterno Cristian Tula (ex San Lorenzo y Ferro) decretó el empate definitivo de Italiano (2-2), y la bronca del final del equipo de Ensenada, que no supo cuidar lo que había logrado con enorme esfuerzo.

El primer tiempo fue de trámite discreto. Los dos equipos se prestaron la pelota y terminaron jugando lejos de los arcos. Pero dentro de ese contexto de pobreza futbolística, el Rojo tuvo dos chances muy claras que pudieron haber torcido el cero.

DE IDA Y VUELTA

La parte complementaria fue intensa, de ida y vuelta y cargada de dramatismo. Porque los dos equipos salieron a buscar el resultado. Con limitaciones, pero decididos.

Camba abrió el marcador con una pelota parada. Infracción sobre Villar. Tiro libre ejecutado por Jonathan Fernández, al segundo palo, y cabezazo sin marca de Enzo Caroccia, a los 9.

El “Azzurro”, herido en su amor propio, se adelantó algunos metros en el campo de juego, y aprovechó las corridas por derecha de Sergio Marclay, una verdadera pesadilla para la defensa del Rojo.

A los 19, llegó el empate. Tiro de esquina desde la derecha de Leonardo Ruiz; Luciano Sánchez que la peina hacia atrás para la entrada solitaria de Diego Bordón que dejó sin chances a un estático Arias Navarro. Camba se metió peligrosamente atrás, dejándole la iniciativa al dueño de casa. Pero a los 28 llegó el “blooper” de la tarde. Bombazo de unos 40 metros de Brian Martínez, el arquero Mariano Mittelman que se resbala y la pelota que ingresa por el medio del arco. Festejo merecido.

Sin embargo, el Rojo no supo cuidar el resultado. Porque ninguno pudo controlar al Pájaro Marchay, que hizo lo que quiso por la derecha. Y en una de las tantas escapadas, a los 43, envió centro para que Tula, de cabeza, decretara el empate definitivo.

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