Antecedentes
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2017 | 03:27

El fallo que ayer sentenció a 25 años de prisión efectiva al sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria no tiene precedentes en el país y suma un nuevo condenado a la lista de ocho curas que ya fueron encontrados culpables de abuso sexual a menores en Argentina.
El antecedente más cercano es el de Héctor Pared, pero el cura sólo cumplió pocos meses de la sentencia, ya que murió al poco tiempo, y fue entonces cuando sus víctimas se enteraron que tenía VIH, un dato que había sido ocultado por el cura y el servicio penitenciario.
Por otra parte, desde que en 2012 estalló el caso Grassi en Argentina, 65 miembros de la Iglesia católica fueron denunciados por presuntos abusos.
De todos ellos, sólo fueron condenados ocho. Con esta nueva sentencia, Gaviria será el número nueve y abre un interrogante sobre lo que sucederá en Entre Ríos, ya que otros dos curas esperan que la justicia decida si son culpables de abuso de menores. Se trata de Justo Ilarraz y Marcelino Moya.
Sin embargo, sólo tres sacerdotes de esa lista fueron condenados con la máxima pena que puede recibir un cura, la expulsión del sacerdocio. Se trata de José Mercau y Cristian Gramlich, ambos de la localidad bonaerense de San Isidro, y Miguel Angel Santurio, de la provincia de Misiones.
Sobre el fallo contra Escobar Gaviria, el abogado especialista en derecho canónico Carlos Lombardi expresó que “es una condena muy dura y muy justa con las víctimas, a quienes el Estado les está diciendo que los escucha y los entiende. Y muestra que hay más concientización por parte de los jueces y fiscales sobre lo que es el abuso eclesiástico, ya que un fallo así hace diez años era impensable”.
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