Afiliaciones compulsivas bajo la lupa

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El ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, aseguró ayer que “un sindicato no puede descontar un dinero si el trabajador no lo autoriza” al referirse a la investigación que realiza la Justicia sobre las posibles afiliaciones compulsivas al Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), que lideraba el detenido Marcelo Balcedo.

El funcionario planteó que ese sindicato “tiene básicamente auxiliares de portería” y recordó que “en la última paritaria, presentaron un recurso para demostrar una cantidad de afiliados docentes y se sentaron con un voto, pero nosotros tuvimos un enfrentamiento muy grande en la Provincia.

“Ellos hicieron huelga, después les descontamos y les bajamos unas 2 mil afiliaciones porque se tenían que firmar de puño y letra”, expresó.

Ahora la Provincia publicó en los recibos de sueldo (de los docentes bonaerenses) un instructivo para que las personas que fueron afiliadas compulsivamente sin su firma de puño y letra comiencen los trámites de desafiliación en caso de que lo deseen, porque un sindicato no puede descontar un dinero si el trabajador no lo autoriza”.

La semana pasada, la cartera educativa puso a disposición en su página web la planilla de solicitud de desafiliación para todos los empleados del sistema educativo que quieran desvincularse definitivamente de una entidad gremial o mutual.

La medida se adoptó después de la denuncia de varios docentes que afirmaron haber sufrido presuntas afiliaciones compulsivas al Soeme.

 

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