Matanza por ajuste de cuentas narco en una disco de Brasil
Edición Impresa | 28 de Enero de 2018 | 02:26

SAN PABLO
Por lo menos 14 personas fueron asesinadas y otras 16 sufrieron heridas de distinta consideración ayer en la madrugada en una discoteca en la ciudad brasileña de Fortaleza, en el estado nordestino de Ceará, en el marco de una disputa entre bandas de narcotraficantes, informó la policía.
Hombres armados llegaron en tres automóviles y comenzaron a disparar contra la multitud que se encontraba en el boliche bailable “Forró do Gago”, en el barrio de Cajazeiras. Fortaleza es uno de los principales centros turísticos de Brasil durante enero.
Según informó la policía, los asesinos formaban parte del grupo criminal Guardianes del Estado de Ceará (GDE), que supuestamente buscaban asesinar a miembros del Comando Vermelho (Comando Rojo, con gran fuerza en las favelas de Río de Janeiro).
Inicialmente el presidente de la Asociación de Profesionales de Seguridad Pública de Ceará, Reginauro Sousa, había dicho que 18 personas habían fallecido, pero el secretario de Seguridad local, André Costa, rectificó la cifra, citando 14 fallecidos.
EL MAYOR ENFRENTAMIENTO
Esta es la mayor masacre registrada en el estado de Ceará atribuida al enfrentamiento de grupos criminales. Además, otras 16 personas se encuentran internadas por heridas de bala.
“Los cadáveres estaban desparramados por la discoteca y la vereda del lugar”, dijo una mujer que afirmó que vio morir a cuatro de sus amigos, quienes no formaban parte de ninguna banda criminal, citado por el diario O Povo, de Fortaleza.
Vendedores ambulantes que estaban en la puerta del local bailable de forró, ritmo característico de la región nordestina brasileña, también fueron baleados.
De los siete muertos identificados hay tres hombres y cuatro mujeres, dos de ellas menores de edad. Los heridos están todos estables y por ahora no se produjo ninguna detención. Según radios locales, por las redes sociales los autores de la masacre publicaron videos festejando y brindando por haber cometido los asesinatos.
En conferencia de prensa, el secretario de Seguridad de Ceará dijo que la masacre “fue organizada y planificada” pero aclaró que las autoridades “no perdieron el control de la situación”, al explicar la apertura de la investigación.
En las grabaciones de las cámaras de seguridad del local se ve cómo los asesinos, supuestamente miembros del grupo Guardianes del Estado, salieron de tres coches, armados hasta los dientes poco antes de las 1.30 de la madrugada, hora local. Entraron en la discoteca Forró do Gago, en el barrio Cazajeiras, a las afueras de la ciudad, donde algunos miembros del Comando Vermelho estaba pasando la noche del viernes, y abrieron fuego. Uno de los muertos era un vendedor ambulante bastante conocido por el barrio. Su único error fue pasar por ahí a la hora equivocada.
Su hijo, que estaba con él, fue herido en la espalda, pese a que tiene apenas 12 años.
Ayer por la mañana, a pesar de la lluvia, las calles de alrededor aún estaban manchadas de sangre. Nadie pasaba por ahí.
Los vecinos admitieron al periódico O Globo que tenían miedo de salir “hasta para comprar el pan”.
Un vecino que presenció el tiroteo calcula que debió durar unos 40 minutos: “Parecía una película. Les vi disparar a todo el que pasaba por la calle y uno de los tiros le dio la pared de mi casa. Y tras mucho disparar, aún salieron de la discoteca cantando una canción de un grupo de narcotraficantes y disparando al aire”.
No es la primera tragedia que últimamente azota a esta ciudad del empobrecido nordeste del país. Sus casi 2,4 millones de habitantes llevan viendo cómo la violencia no hace más que crecer en los últimos años, y de hecho la matanza de la madrugada de ayer rompe el récord de la del 11 de noviembre de 2015, cuando se asesinó a unas 11 personas en menos de seis horas.
El gobernador, Camilo Santana, vinculó los episodios violentos a disputas entre grupos narcos que se disputan el territorio.
“Es una situación criminal que ha sido organizada y planeada”, ha dicho. “Situaciones así ocurren en todo el mundo. Esta vez, nuestros servicios de inteligencia no consiguieron evitarlo”. Pero ha insistido que es una situación puntual.
Brasil está sufriendo un repunte en violencia, con más de 61.000 homicidios al año (siete personas por hora), Ceará es la capital de este fenómeno. En los últimos años se ha convertido en el tercer Estado más violento del país, con unos 46 homicidios por cada cien mil habitantes, cuando la media del país está 29 por cada cien mil. (TÉLAM y EFE)
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