Crece el impacto de los servicios y se consolidan nuevos hábitos de consumo

Con los nuevos aumentos, el impacto de las tarifas básicas sobre un salario promedio aumentará seis puntos porcentuales hasta abril. El gasto total en el rubro alcanzaría entonces al 30% de ese ingreso.

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Con cautela y previsión. Así encaró el inicio de 2018 la platense Julia Menéndez (38) en sus decisiones referidas a la economía doméstica, teniendo en cuenta los aumentos que se vienen en transporte, gas, luz y algunos impuestos, como el inmobiliario: “Tenía dos celulares y me quedé con uno. Renuncié al cable, a la conexión a Internet y a algunas salidas. Tomar un taxi o un remis para mi ya era un lujo. Con los nuevos aumentos previstos para febrero va a convertirse en una opción reservada a las emergencias”, dice.

Es que la preocupación por los aumentos de tarifas que empiezan a regir en febrero aparece en el horizonte inmediato de los platenses y los lleva a instrumentar estrategias de economía doméstica basadas en la cautela.

Estos aumentos incluyen el del transporte (colectivos, taxis, remises y trenes), la luz y el gas, previstos para febrero, a los que se suman otros como los contemplados para el impuesto inmobiliario.

Según los datos de un informe elaborado recientemente por la Universidad de Avellaneda, la porción de un salario promedio necesaria para pagar los servicios públicos básicos (agua, gas, luz y transporte) pasará del 11,6% actual al 17,9% en el mes de abril.

Esto implicará que el pago de los servicios demandará el equivalente a dos sueldos promedio anuales, estiman los autores del trabajo.

Según entidades de defensa del consumidor, a mediados del año pasado, la porción de un salario promedio comprometida en el pago de esos y otros servicios públicos y privados era entonces de alrededor del 25% y después de abril superaría el 30%.

De la mano de esta situación se consolidarían algunas conductas del conumidor que se manifestaron en los últimos años, a medida que las tarifas de los servicios subían.

Desde la ONG Deuco (Defensa de Usuarios y Conusmidores) indican que esa conducta se manifiesta a través del recorte de otros gastos para hacer frente a los costos fijos

“Ese recorte va a manifestarse de distintas maneras según el sector social. Para los sectores medios, representará una reducción en rubros como salidas u otros gastos en recreación. Para los sectores populares va a repercutir en su forma de adquirir suministros básicos, en algunos casos a partir del paso de primeras a segundas marcas y en otras en el recorte en la cantidad de mercadería comprada”, dice Pedro Bussetti, presidente de la entidad.

Algunas de estas tendencias ya se notan en el movimiento de los supermercados.

Según un informe difundido recientemente por una consultora privada especializada en monitorear la conducta de los consumidores en las góndolas (Kantar Worldpanel), en los últimos meses se redujo en un 1% la venta global en los supermercados con respecto a 2016, merma en la que se vieron afectados especialmente rubros como bebidas y artículos para el cuidado personal.

Las previsiones en este sentido no son optimistas y esperan que las expectativas de crecimiento no serán mayores al 1% para el primer trimestre del año.

Paralelamente otra tendencia que se profundizó fue la opción por los canales mayoristas de venta, que sumó casi 500.000 clientes nuevos durante 2017 en comparación con 2016 según la misma consultora.

Mientras tanto, un estudio de la Universidad Torcuato Di Tella reveló que el índice de confianza del consumidor subió en enero, pero apenas para recuperar un tercio de lo que había caído en diciembre. Aumentó un 4,7%, mientras había bajado 15,5% en el último mes del año.

Esta semana, algunos especialistas indicaron que estas tendencias en el consumo, que comenzaron a registrarse con el aumento de las tarifas, se consolidarán a lo largo de este año.

Entre ellos se contó el economista Miguel Kiguel quien esta semana expresó que “el cambio en los hábitos de consumo por la suba de tarifas vino para quedarse”.

Los aumentos que vienen

Uno de los aumentos que marcarán al mes que se incia es el del transporte, que alcanza a colectivos de corta y media distancia, taxis, remises y el tren.

En ese sentido, el boleto de colectivo de corta distancia aumentará un 30% en el mes de febrero, aunque se prevén más subas escalonadas. El primero de febrero el boleto mínimo pasará a costar de 6 a 8 pesos.

Si bien no se anunciaron aún las subas para el transporte interurbano, se sabe que estas rondarán el 38%.

También los taxis aumentarán un 20% en febrero en La Plata, cuando la bajada de bandera pasará a costar 23 pesos y la ficha 3.

En el caso de los remises el aumento se registrará en los primeros días de febrero y será del 17%, cuando la bajada de bandera que pasará a costar 20 pesos.

En lo que hace al tren, el boleto para unir la estación de La Plata con la de Constitución, que hoy cuesta 4 pesos, pasará a costar 5,50 en febrero, 6,25 en abril y 6,50 en el mes de junio.

Pero los aumentos para febrero no terminan ahí y también habrá subas en la energía eléctrica y en el gas. En el primero de los casos se completará el aumento que comenzó a aplicarse en diciembre y que llegará con la suba de febrero al 41%. Para el gas, se completará la suba que comenzó a aplicarse en diciembre, con lo que el aumento llegará al 57%.

A los aumentos en los servicios se suman los de algunos impuestos, como el inmobiliario, que en promedio rondará el 56%, según lo anticipado desde la Provincia.

A partir de los aumentos que se vienen, desde la Universidad de Avellaneda se elaboró un informe que calculó el incremento acumulado en el costo de los servicios en los últimos dos años y le sumó los aumentos anunciados durante 2018 para contrastarlos con un salario promedio.

Según ese trabajo, la electricidad subió un 1.490% en el período analizado, el gas 1.297%, mientras servicios como el agua corriente y los peajes crecieron 664% y 623% respectivamente. Por último, el transporte acumula un 105% de aumento y las prepagas un 88%, según indica el estudio.

El trabajo establece también qué porción del salario promedio se necesita para afrontar el pago de cuatro servicios básicos (transporte, agua, gas y electricidad) hoy y qué proporción se va necesitar para hacerlo en el mes de abril, con los nuevos aumentos.

En tal sentido indica que hoy el 11,6% de un salario promedio se destina al pago de estos servicios básicos y que en abril llegará al 17,9%, lo que representa un incremento de 6 puntos porcentuales en el lapso considerado.

El costo equivale a dos salarios promedios por año destinados a pagar estos servicios básicos.

A mediados de 2017 y a partir de los aumentos en estos y otros servicios (incluyendo telefonía móvil, internet, cable y otros), fuentes de entidades de Defensa del Consumidor estimaron que el pago de servicios ya se llevaba entonces más del 25% de los ingresos en el país, una proporción que consideraban histórica. Con los nuevos aumentos, estiman que ese porcentaje podría superar el 30%.

Otro estudio, llevado a cabo por la Deuco calculó el impacto de los tarifazos sobre una jubilación mínima comparando el peso de cuatro servicios públicos (esta vez, agua, electricidad, teléfono y gas) en el haber jubilatorio mínimo.

Según esa estimación, mientras para enero de 2016 el pago de esos servicios implicaba el 1,79% de la jubilación (76,89 pesos) en diciembre de 2017 implicaba el 10,02% (726, 08).

 

 

 

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