Un pobre trabajo
Edición Impresa | 22 de Octubre de 2018 | 03:23
Germán Delfino jugó su partido de ayer de igual manera que todos sus anteriores en el año: mal. Se dejó influenciar por los jugadores, dirigió de muy lejos y se apuró en mostrarle tarjetas amarillas a todos los de Estudiantes. Dejó demasiadas dudas en un partdo sin polémicas.
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