Cayeron otros dos policías en la causa por allanamientos truchos en Villa Elisa

Estaban prófugos desde julio, cuando fueron detenidos otros tres agentes de la comisaría 12 por hechos de fines de 2017

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Dos policías fueron detenidos ayer en el marco de una investigación judicial en la que se los acusa de haber cometido graves delitos en operativos que se hicieron a fines del año pasado, mientras trabajaban en la comisaría Duodécima de Villa Elisa.

Según informó la Auditoría General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad bonaerense, los efectivos Rolando Morales y Jorge Porsella, quienes estaban en calidad de prófugos, fueron puestos a disposición de la Justicia en una causa en la que ya fueron detenidos, durante el mes de julio, otros tres efectivos.

Los policías se entregaron en la sede de la Fiscalía Nº 8 de La Plata, ante la titular de esa unidad, Virginia Bravo, quien lleva adelante las investigaciones.

Los que ya fueron capturados son Fernando Pardo, que entonces prestaba servicios en la Segunda de Ensenada (Punta Lara); Facundo Rodríguez, asignado a la subcomisaría de Hernández; y José Sosa, quien aún trabajaba en Villa Elisa.

Morales tuvo como último destino la comisaría séptima de Lanús- y Porsella había sido desafectado en febrero de la comisaría de Villa Elisa, presunto ámbito elegido por los acusados para el desarrollo de actividades ilícitas consistentes en la realización de operativos truchos, con acusaciones contra inocentes, según investiga la Justicia.

En la causa también están mencionados el entonces titular de la Duodécima, Cristian Andrés Demarco; y Osvaldo Gabriel “Chucky” Gómez, un subteniente que fue jefe de calle de la comisaría décima de City Bell pero se hizo conocido como actor por su papel del “melli Ricardo” en la serie “Un gallo para Esculapio”.

Todos fueron desafectados de la fuerza, confirmó Asuntos Internos, sospechados de cometer “varias y graves irregularidades durante años”.

Los delitos que les imputan a los efectivos sobre los que pesaba la orden de detención desde mediados de año, son “abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad agravada, incumplimiento del deber de promover la persecución penal y falsedad ideológica”, además de allanamiento ilegal, hurto agravado por ser cometido por miembros de la fuerza policial, tentativa de extorsión y falsedad ideológica de instrumento público. Por estos cargos los indagarán en las próximas horas en la UFI 7.

Los casos bajo sospecha sucedieron entre el 21 y el 23 de octubre de 2017, aunque la investigación de Asuntos Internos ya había comenzado “por un cúmulo de denuncias” que se venían recepcionando en contra de los acusados, explicó el titular de ese organismo, Guillermo Berra.

Los efectivos aparecen involucrados “en muchos sumarios por situaciones irregulares graves, pseudo delictivas, no sólo sospechados de proteger a bandas de ladrones o narcotraficantes de la zona, sino de mantener una connivencia con ellas”.

Entre los delitos que se investigan se destaca la posible comisión de allanamientos “truchos”, en el marco de los cuales “se habrían cometido extorsiones, hurtos y robos”, refirió Guillermo Berra, titular de Asuntos Internos, meses atrás, después de las primeras desafectaciones.

 

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