Gesto de unidad de Cambiemos tras los chispazos por el protocolo de seguridad

Vidal estuvo en la Escuela Vucetich junto a la ministra Patricia Bullrich, impulsora de la polémica disposición rechazada por la Provincia

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Luego de las diferencias que surgieron en el oficialismo en torno del protocolo de seguridad impulsado por Patricia Bullrich, ayer llegó el turno de la foto de unidad con la idea de descomprimir tensiones en Cambiemos.

El escenario elegido fue la Escuela Vucetich. El motivo, la conmemoración del Día de la Policía. Allí, en pleno Parque Pereyra, la gobernadora María Eugenia Vidal encabezó un acto acompañada de Patricia Bullrich. Para completar el tridente oficial, de la movida también participó el titular del área de seguridad y vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.

Como se sabe, el gobierno bonaerense se negó a adherir al protocolo sobre el uso de armas para las fuerzas dictado por Bullrich, con el argumento de que la Provincia está en plena estapa de reentrenamiento de la Policía bonaerense.

En el acto de celebración del 138 aniversario de la creación de la Policía, Vidal reafirmó su vocación por “construir una policía de la Provincia de la que todos nos sintamos orgullosos”.

“Demostramos con hechos concretos que vinimos a cuidar a los que nos cuidan” dijo la mandataria, al tiempo que exhortó a “devolverle el valor del mérito al efectivo que se capacita, al que se profesionaliza, al que sigue aprendiendo: quiero agradecerle a la policía que se puso al hombro este cambio, que se comprometió”.

Del acto participaron además el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, el vicegobernador Daniel Salvador; el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni; los ministros provinciales Gustavo Ferrari (Justicia), Leonardo Sarquis (Agroindustria) y Andrés Scarsi (Salud); y el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Manuel Mosca.

En su disertación, Vidal sostuvo que, al asumir, hace tres años, se propuso “construir una policía de la Provincia de la que todo nos sintamos orgullosos; una policía que, cuando los vecinos la vean en la calle, digan ‘ahora estoy mejor, me siento más protegido, más seguro’”.

“Al mismo tiempo, teníamos que devolverle a esa policía todo el cuidado, la protección y el respaldo que se merece. Durante muchos años fue fácil culpar a la policía cuando el poder político no se hacía responsable por nada”, añadió.

“Demostramos con hechos concretos que vinimos a cuidar a los que cuidan, desde algo tan básico como un chaleco para que volvieran a su casa en condiciones y no tuvieran que dejárselo a un compañero en la comisaría. Hoy podemos decir que todos los policías que están en la calle tienen un chaleco que no está vencido, sino en condiciones”, manifestó.

Celebró “haber renovado todas las comunicaciones para que éstas fueran encriptadas, y ningún delincuente pudiera escuchar cuando modulan”, y también la incorporación “de más de 2400 patrulleros, más de mil motos y más de 200 destacamentos móviles”.

En esa línea, destacó que “ese compromiso no es discursivo, es concreto, lo vemos en la baja de homicidios y secuestros en estos tres años, o cuando tenemos mayor cantidad de delitos esclarecidos que en 2015, en los 90 mil operativos para decomisar toneladas de droga, en los 83 búnkers derribados”.

Por su parte, Ritondo “destacó la “vocación de servicio de todos aquellos que rinden honor al uniforme” e instó a los efectivos a “seguir luchando juntos contra el narcotráfico, las mafias, el delito y la violencia”.

“La satisfacción por cada banda desbaratada, la sensación de alivio ante cada delincuente detenido, el reconocimiento de cada ciudadano, la felicidad por las vidas salvadas es lo que los motiva a seguir por el camino del deber”, sostuvo.

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