La educación, esa obsesión

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Tanto para Alayes como para Juan Sebastián Verón, impulsores del primer bachillerato obligatorio para jugadores juveniles, entienden a la educación como una inversión. Un espacio de formación y contención para desarrollarse en la vida comunitaria, seguir con los estudios superiores o incorporarse al mundo del trabajo, para aquellos que no puedan continuar con su carrera como futbolista. Hoy 150 chicos asisten a la institución. “Es un aspecto del Club que nos ocupa mucho”, dijo el Flaco. Algunos jugadores se encuentran becados y otros contribuyen con el pago de la cuota del Colegio. Ante la creciente demanda, se lanzará un Plan de Becas para que el sector privado, empresarios y comerciantes Pinchas junto a socios solidarios se sumen a este proyecto educativo y social. Una especie de padrinazgo focalizado para que este proyecto, la nueva obsesión Pincha.

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