El Pincha y los penales: una historia para contar

Que en esta temporada los penales hayan sido algo doloroso para el Pincha, no es verso y fue sin dudas, uno de los karmas albirrojos.

La mano (casual pero mano al fin) de Fabián Noguera ayer, terminó sentenciando otro nuevo penal que se suma a una lista de varios en esta Superliga del Fútbol Argentino que lo tiene a Estudiantes penando por el medio de la tabla, algo que le hizo perder importantísimos puntos, algo que a la postres, se puede llegar a lamentar...y mucho.

La lista de penales en contra comienza en es de Javier Correa para Colón que terminó sentenciando el empate 1-1 ante el Sabalero. Luego llegó el segundo penal cobrado en contra del equipo del Chino Benítez; el que Chávez convirtió para Aldosivi, en la tarde noche que el Tiburón se llevó a La Feliz una victoria por 2-0. El tercero llegó después de esa increíble falta de Albertengo en el partido frente a Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas, que Diego Vieira terminó convirtiendo para el Tomba, lo que significó volver de Cuyo con las manos vacías. Y los dos últimos ayer: primero la mano de Noguera y luego la falta de Schunke que Mastrángelo sin dudar cobró.

Aunque tiros desde los doce pasos como el que Andújar le detuvo a Mouche, suenan a veces a bálsamo. Tanto como los que detuvo por Copa Argentina ante Luján. Aunque claramente esos penales que dejaron al Pincha afuera de la Copa ante Gremio en Porto Alegre, también son parte de un recuerdo agridulce.

Peor también ayer, el penal que le hicieron a Mariano Pavone, que luego fue convertido por el mismo Tanque, fue el primer tiro desde los doce pasos que le cobraron a favor al conjunto albirrojo.

¿Y los que no se cobraron? El que termina pidiendo alevosamente Belluschi, no fue. Erquiaga se desplaza ante el centro de Mouche y la pelota pega en el pecho y sale disparada tocando el brazo: totalmente casual y sin intención. Y el que reclamó todo Estudiantes: Pellegrini metió una apilada fenomenal y sacó el latigazo que pegó en el cuerpo y después en un brazo del jugador del Ciclón, con el mismo dato: totalmente casual.