Con ausencias y divisiones, la CGT convocó a la marcha de los camioneros
Edición Impresa | 1 de Febrero de 2018 | 03:55

El consejo directivo de la CGT convocó a sus gremios confederados a la movilización de protesta que el 22 de febrero realizará la Federación de Choferes de Camiones, probablemente en la Avenida 9 de Julio, en rechazo de las políticas oficiales y en defensa de las condiciones laborales, los salarios y el poder adquisitivo y los convenios colectivos, informó ayer uno de los triunviro de la central obrera, Juan Carlos Schmid.
Aunque los sectores de “Gordos” (grandes gremios de servicios) e “independientes” (Uocra, Upcn y Obras Sanitarias) no concurrieron al encuentro de tres horas y media del consejo directivo, realizado en la sede de Azopardo al 800, Schmid indicó que participaron 27 de los 35 integrantes de la conducción nacional.
Pablo Moyano, secretario gremial de la central obrera y adjunto del gremio camionero, aseveró ayer respecto de esa marcha -cuyo lugar de realización y horario serán determinados por un Comité de Organización de la protesta- que será “la movilización más importante de la historia” del sindicato que lidera su padre Hugo, y que participarán ambas Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA y CTAA) y varios movimientos sociales, además de las organizaciones confederadas en la central obrera.
“El consejo directivo analizó la situación socio-económica del país y aprobó la Declaración de Mar del Plata ‘Quien quiera oír que oiga’ de mediados de este mes. En especial, rechazó el intento de deslegitimación de la voz y el rol de los gremios en la sociedad que procura el Gobierno y repudió los masivos despidos en el sector estatal”, dijo Schmid.
Los grandes gremios de servicios y los llamados “independientes” no participaron en el encuentro de consejo directivo, como tampoco lo hizo el triunviro Héctor Daer por estar de vacaciones y a partir de “la existencia de matices” internos, según señaló Schmid en la posterior conferencia de prensa ofrecida junto con el garagista Carlos Acuña y la dirigente de los médicos de Santa Fe (AMRA), Sandra Maiorano.
Schmid, también titular de los gremios del transporte (CATT) y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), afirmó que existe “gran preocupación” en la CGT ante lo que calificó como “una situación socio-económica muy similar a la de enero de 2016, cuando se sucedían en el país los despidos en el Estado y también en el sector privado, caía el consumo y el poder adquisitivo, no había inversiones ante la ausencia de tracción de la economía y no se acertaba a detener el proceso inflacionario”.
“La CGT se solidariza y respalda la lucha de los trabajadores de Río Turbio, una mina paralizada desde hace dos años cuyos trabajadores ahora sufren despidos. En toda la Patagonia, una de las regiones más despobladas del país, ocurre otro tanto, en especial en el área de la energía. Hay ya allí casi 30 mil empleos menos, lo que significa ni más ni menos que un éxodo organizado. No existen las políticas activas prometidas”, puntualizó.
Schmid rechazó ayer otra vez “la posibilidad de que el gobierno determine paritarias que no sean libres de toda injerencia y topes”, y señaló que los gremios confederados “no aceptarán referencia alguna”, porque hasta ahora “hubo siempre desborde inflacionario”.
Según el triunviro Acuña, la CGT se mantendrá firme en “la defensa de los convenios colectivos de trabajo y las condiciones laborales ante la depresión salarial”, en tanto Maiorano denunció “el marcado empleo en negro.
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