Chicanas desde el bloque kirchnerista y barras colmadas de militantes PRO
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2018 | 02:48

“¡Puro humo! ¿Y las escuelas que están cerrando en toda la Provincia?”. El grito surgió del sector donde estaban ubicados los diputados y senadores del kirchnerismo y rompió el silencio con el que la Asamblea Legislativa seguía, ayer, el discurso de apertura de sesiones que brindó María Eugenia Vidal.
Fue justo cuando la gobernadora provincial hacía referencia a la situación educativa. Y generó una respuesta inmediata desde el sector donde estaban sentados los hombres y mujeres de Cambiemos, que chistaron para hacer callar a sus colegas de Unidad Ciudadana.
El incidente fue el único sobresalto en una jornada que se desarrolló sin tumultos ni dentro ni fuera del recinto.
Desde temprano, y como es habitual, las calles que rodean el edificio de la Legislatura estuvieron valladas y custodiadas por un fuerte operativo policial.
Poco después de las 17.30, Vidal inició el tradicional cruce de la Plaza San Martín desde la Gobernación y hasta el acceso de la Legislatura por Avenida 7.
Vestida de negro y acompañada por los colaboradores más cercanos, la Gobernadora ingresó a las 17.45 al recinto de la Cámara de Diputados, donde la esperaban sentados en las primeras filas su gabinete de ministros, el presidente de la Cámara de Diputados nacional Emilio Monzó, el intendente de La Plata Julio Garro, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia Hilda Kogan, el Arzobispo Héctor Aguer y el fiscal de Estado, Hernán Gómez, entre otros invitados especiales. Asistieron también un puñado de legisladores nacionales: la senadora Gladys González, y los diputados Eduardo Amadeo y Carlos Fernández, entre otros. Y muy pocos intendentes.
En ese marco, destacó la presencia en uno de los palcos de la jefa comunal de La Matanza, la peronista Verónica Magario, quien siguió el discurso detrás de su par de Olavarría, el oficialista Héctor Galli. Al término de la sesión especial, la matancera hizo referencia en voz alta por los pasillos a la ausencia de jefes comunales del peronismo. “¡No vino ningún intendente!” le dijo, en tono de reproche, a un legislador K.
Además, no ocultó su malestar con el presidente de Diputados, Manuel Mosca, uno de los impulsores del debate por la posible división de La Matanza, con quien cruzó un tibio saludo que contrastó con el trato afectuoso que demostró para con el vicegobernador Daniel Salvador.
Aunque no hubo las tradicionales banderas, papelitos y cánticos, la sesión estuvo marcada por la unánime presencia de militantes del PRO en los palcos, que cantaron el tradicional “Sí se puede” cuando terminó el discurso y taparon, con aplausos estruendosos, los comentarios críticos en voz que lanzaron los legisladores del kirchnerismo.
Hubo varios reclamos en forma de carteles. El massismo y UC coincidieron en los planteos contra el cierre de escuelas con pancartas en las bancas.
En tanto, dos legisladores, Lucía Portos de Unidad Ciudadana y Guillermo Kane del FIT, portaron el pañuelo verde del movimiento a favor de la legalización del aborto.
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